Instalaciones interactivas reafirman la presencia del cuerpo en un determinado lugar donde dispositivos de accesos permiten diálogos del cuerpo con el sistema cuyo comportamiento fue definido en las etapas de construcción de la instalación. Diferentes tipos de interfaces son preparadas por artistas, en colaboración con científicos y técnicos, para ofrecer la interactividad como nuevas formas de vida. Las actividades performáticas de los participantes de una instalación interactiva son experiencias concretas de acciones del cuerpo que desencadenan respuestas del sistema. En el interior de esos ambientes, el cuerpo precisa actuar y provocar al sistema. El cuerpo entero manda señales y el sistema de comunicación es activado. La presencia del cuerpo, conectado al computadora por interfaces, es responsable por la vida del ambiente. Los comportamientos de los cuerpos y los comportamientos de los sistemas determinan el trabajo de la instalación, especialmente preparada para recibir cierto tipo de señales. La ejecución de los participantes son experiencias concretas para provocar, hacer crecer, modificar, avanzar en los diferentes situaciones de la vida del ambiente, donde alguien hace alguna cosa, y el sistema artificial interactivo responde. Parar es interrumpir la comunicación. Comenzar, repetir, variar algún tipo de comportamiento, es desarrollar otras respuestas del sistema.

En las instalaciones, por lo tanto, estamos inmersos en ambientes de otra naturaleza y desarrollamos diálogos de los sistemas naturales con sistemas artificiales. Un nuevo tipo de vida aparece en ese ambiente que es dotado de un sistema interactivo. Son relaciones que se hacen con sistemas artificiales informatizados, y las experiencias interactivas o cambios se dan por diálogos con informaciones que son procesadas en el ciberespacio, en el espacio de computadores y redes. El todo del trabajo es creado por la performance total de los sistemas artificiales y biológicos. La vida del ambiente es creada por las conexiones de los sistemas. El arte de las instalaciones interactivas está relacionada a los procesos complejos que conectan la performance del sistema a la performance del cuerpo. Estoy considerando nuestro aparato de carne como un sistema inteligente enlazado con todo el cosmos. Mente, conciencia, y espíritu son el software de ese cuerpo inteligente. Siendo parte del sistema, está implícita la condición natural holística del cuerpo. En el corazón de un sistema, la calidad de las partes y sus tareas desaparecen cuando están en actividad. El todo es más que la suma de las partes. Estamos, por lo tanto, delante del contexto y del concepto de ecosistema.

Las instalaciones interactivas, como sistemas abiertos, están alargando nuestro campo existencial y mudando nuestra cognición sobre el mundo. Las interfaces son cuerpos sintéticos, y de la misma forma que nuestro aparato sensorial reciben y devuelven las más increíbles sensaciones. Cuando estamos conectados, el cuerpo experimenta un proceso complejo de mutaciones, imprevisibilidades, disipaciones, confiriéndonos nuevas identidades. Las tecnologías interactivas incorporan trazos del mundo biológico, traduciéndonos en paradigmas computacionales: señales de plantas, señales del cuerpo humano como el habla, los gestos, la respiración, el calor, los ruidos naturales, el agua y así por delante, son entendidos por las tecnologías. Tocar, respirar, caminar, experimentar algoritmos, sensores infrarrojos, ondas eléctricas activan el funcionamiento del sistema y confieren el poder de manipular fuerzas invisibles durante experiencias de propagación de la conciencia. Ver, tocar, experimentar algoritmos, ondas, capturar fuerzas invisibles dándoles visibilidad, revisar leyes orgánicas a través de las tecnologías nos proporciona experiencias de propagación de la conciencia en una simbiosis de la vida orgánica e inorgánica. Con las nuevas interfaces biológicas, como prótesis siendo colocadas sobre o dentro de nuestro cuerpo, nosotros estamos reinventando la naturaleza de nuestra especie.

Cada instalación propone una fuerte dimensión comportamental del Arte interactivo. El cuerpo inmerso en esos ambientes carga consigo toda su actividad cognitiva y la conecta con la compleja cognición del sistema artificial. Las relaciones son generadas en aquel lugar y en el ciberespacio a través de informaciones procesadas en el circuito de computadores y redes. Flujos se hacen por circulación en la arquitectura artificial de redes y sub - redes conectadas a la arquitectura mental del hombre. Interactuando, experimentamos el vacío de lo real y las múltiples opciones de los datos. Las instalaciones interactivas son ambientes "vivos" donde los sistemas de adquisición y transmisión de datos nos permiten zambullirnos en mundos virtuales.