La fascinación por coleccionar "objetos maravillosos" tanto naturales como fabricados gozó de inmensa popularidad en Europa durante los siglos XVI y XVII. Los coleccionistas adinerados, o Liefhebbers, exhibían sus enciclopédicas colecciones de pinturas, esculturas y objetos exóticos naturales y artificiales en salas denominadas Wunderkammers, literalmente "gabinetes de maravillas". Durante esta era de exploración, dichos "gabinetes" se transformaron en "teatros del universo" donde los nuevos descubrimientos del mundo se exhibían y consumían con orgullo.

Borderabilia es un gabinete de maravillas contemporáneo, producto de la colaboración entre la curadora Kaytie Johnson y el artista experimental y "antropólogo inverso" Guillermo Gómez-Peña. Esta puesta en escena interdisciplinaria de la frontera cuenta con Gómez-Peña en el papel de Liefhebber fronterizo contemporáneo, técno-humanista, filósofo vernåculo y "empresario de museo para espectáculos de variedades fronterizos."

Compuesto por una ecléctica selección de etnografía pop, kitsch político, obras de arte turistico en terciopelo ("high" velvet art), arte conceptual de barrio, libros artesanales únicos en su género, comics transculturales, videos pirata y piezas de escenografía y vestuario para espectáculos arqueológicos, Borderabilia es una instalación que propone una mirada crítica a las técnicas y narrativas de exhibición al situar objetos y nociones de coleccionismo en el contexto del "Cuarto Mundo". Dentro de este espacio de la frontera globalizada, donde los denominados Primer y Tercer mundos se desmoronan bajo su propio peso, los centros no existen y la hibridización es cultura dominante.

Las obras "fronterizadas" e hibridizadas que integran la instalación reconfiguran en términos contemporáneos los objetos de artificialia y naturalia que componían originalmente los gabinetes de los coleccionistas europeos en el siglo XVI. Dentro del universo performático, sitio de transmutación cultural y diorama de vida y muerte que se (re)crea en Borderabilia, personajes fabricados por la alquimia del performance art se exhiben como "especimenes culturales"; el cuerpo racializado del Latino (The Brown Body) se presenta como Fenómeno; los rituales tradicionales coexisten con la tecnología contemporánea; artículos y souvenirs turísticos, que asumen la forma de "arte conceptual involuntario", se transforman en objetos sagrados (y viceversa); y animales muertos y vivos, en particular aquellos a los que se les asigna una condición binacional, tales como la cucaracha, el pollo, el águila y el coyote, devienen en poderosas metáforas de identidad transnacional.

El espacio contestatario y performático creado por, y dentro de, Borderabilia, nunca antes se ha presentado en el contexto de un museo en Los Estados Unidos.

El equipo colaborador artista/curadora solicitará también a un selecto grupo de artistas tanto de Estados Unidos como de México que aporten objetos de sus propias colecciones de "antropología personal", estrategia curatorial que contribuirá a despejar y poner en tela de juicio las nociones de "propiedad" y autoría dentro del limbo entre las bellas artes y arte popular; el espacio intersticial de outsider/insider que siempre ocupa Gómez-Peña.

Las sedes anfitrionas tendrán la oportunidad de convertirse tanto en colaboradores conceptuales del proyecto como en participantes de esta Galería de Espejos fronterizada. Conforme viaje la exhibición cada institución sede será invitada a incorporar al Gabinete uno o varios objetos de su propia colección durante el período que dure la instalación. El siguiente diálogo explicita la génesis del proyecto.