La búsqueda de un diálogo intenso con el público puede ser observada también en el proyecto de artista Navin Rawanchaikul, de Tailandia. "Please Donate Your Ideas for a Biennale Artist" busca reunir en muestra colectiva las sugerencias del público, destinadas al artista y a la Bienal. El programa, no obstante, fue interdicto frente a la escasez de materiales para los participantes. Ante la falta de papel, el público indaga su verdadera importancia en los últimos dç-as de una Bienal "abierta" que recibió la cifra nada seca de 18 millones de reales.

Fotografç-a y video-instalación
Lo que se puede esperar de una Bienal tan extensa son algunos de los óptimos trabajos fotográficos en blanco y negro de la alemana Vera Lutter. En "Mind Set, Studio III" las lç-neas de luz llenas de matices llevan a una suspensión del tiempo en un espacio misterioso y desconocido. Además de Lutter, la fotografç-a de pin-hole, que también fue atracción en la 25º Bienal en la presencia destacada de Michel Wesely, despunta en el proyecto "Caravana Obscura" movido hace más de 15 años por las representantes nacionales de Bélgica . Christine Felten y Véronique Massinger transformaron toda una furgoneta en cámara oscura. Las imágenes captadas en Bélgica, en Francia y algunas hasta en Brasil, desvelan un sentimiento poético en la capacidad de la fotografç-a para transitar entre lo visible y lo invisible, muestran sitios de pasaje extrañamente iluminados en las ciudades recorridas. El cine digital tiene como punto fuerte a los trabajos de Jonas Dahlberg en la serie "Invisible Cities", Melik Ohanian en los siete cuadros de "Seven Minutes Before", Julian Rosefeldt en "Asylum", y en la obra de la pareja Aç¿çnouz y Gomes, "Se tudo fosse sempre assim". Pero hizo falta Chantal Akerman, bien como Sylvie Blocher para actualización de la discusión sobre las video-instalaciones como prácticas activistas.

No sólo la fotografç-a y el video se destacan. El artista italiano Máximo Bortoline, sensible a la visión externa ofrecida por el edificio crea una espacio reservado a la naturaleza, que sirve como hilo conductor de su obra, "One Can Hier". El diálogo poético con el Parque del Ibirapuera ocurre a partir de la citación del texto de César Calvo, extraç-do de la pequeña reseña poética "Las tres mitades de Ino Moxo", acerca de los sonidos y las virtudes de las plantas amazónicas. Las palabras cortadas sobre los cristales del edificio de Niemayer son hechas de vacç-o, sólo visibles a cuenta del verde de los árboles. En texto del catálogo el crç-tico Jacopo Criveli Visconti afirma: "Como as plantas de que fala, o próprio texto ressoa e vibra até tornar-se natureza, coroando desse modo, talvez, o sonho secreto do seu autor (ou de seus autores)(Como las plantas de que habla, el mismo texto resuena y vibra hasta hacerse naturaleza, coronando de ese modo, quizás, el sueño secreto del autor (o de sus autores)).