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artista presente
Marcos Ramirez ERRE








transcripción de la entrevista

Fecha de la entrevista: 10/01/2011
Lugar: Mexico
Tema: Una conversación con Marcos Ramí­rez ERRE
Entrevistador: Felipe Zúñiga González

LatinArt:  Marcos Ramí­rez ERRE es probablemente uno de los artistas más emblemáticos de la región Tijuana-San Diego. Su labor reconocida internacionalmente por más de 15 años, no se restringe únicamente al rol como artista visual sino que ha inundado otros ámbitos como el importantí­simo rol de gestor cultural.

Esta entrevista se llevó a cabo en dos conversaciones, la primera realizada en agosto del año pasado en la célebre Estación Tijuana (estudio del ERRE en la colonia Federal de la ciudad de Tijuana, Baja California), la segunda parte, tomó lugar en la obra/casa/estudio que Marcos está construyendo actualmente.

Antes de dar inicio a la transcripción de nuestras pláticas me gustarí­a dar una breve semblanza de Estación Tijuana (en la espera de su reubicación en otra zona de la ciudad en un futuro no tan distante). Por un lado, durante todo el 2009 se dio el ciclo de charlas titulada REVISIONES, en la que productores de diversas disciplinas (artes visuales, arquitectura, danza, perfomance, arquitectura, crí­tica, literatura) de ambos lados de la frontera expusieron sus propuestas con el espí­ritu del intercambio crí­tico entre sus compañeros creadores.

Por otro lado, el programa curatorial del espacio tuvo importantes exhibiciones como la exposición satélite de la Bienal del Museo de Orange County 2008 (OCB 08), ET IN ARCADIA EGO, Deep Thought del dúo Dream Addictive. Su última exposición, en agosto del 2009, fue extramuros, ya que el espacio fue invitado a participar en el festival Subvision en Hamburgo con la muestra “Vestigial Constructs” presentando obra de Javier Ramirez Limón, Sebastián Mariscal y Luis Sanchez Ramí­rez. Sin extenderme más los dejo a continuación con la conversación sostenida con Marcos.

* * *

Mi primera pregunta es para que nos ayudes a contextualizar lo que fue Estación Tijuana como lugar y como proyecto.

Marcos Ramirez ERRE:  Van pegados, es muy difí­cil distinguir las fronteras donde empieza uno y donde termina otro. Estación Tijuana como proyecto se dio en un momento de mi carrera, en el que sentí­ la necesidad de empezar a ayudar ó a enfocarme hacia proyectos de otras personas; como un ejercicio de ponerle una rienda al ego e intentar trabajar con otra gente, para que la comunidad artí­stica, de alguna manera en su conjunto, se beneficie.

LatinArt:  ¿Cuando se perfiló esta decisión tuya de abrir tu estudio como espacio para otros artistas?.

Marcos Ramirez ERRE:  Creo que por el 2003. Tengo en ese edificio de la Colonia Federal unos ocho o nueve años. Pero en la parte de arriba unos cinco o seis años. Una vez que estaba el espacio, era perfecto para organizar otras cosas, en vez de solamente piezas. Empezamos con un cineclub y reuniones de í­ndole de más amistad, y se fue tornando la posibilidad de hacer proyectos con otra gente, más serios. No solamente el cineclub, sino invitar curadores y después eventualmente se recibieron unas becas y así­ fue como se empezó a perfilar más seriamente. Aunque nunca fue algo complemente estructurado, por mi naturaleza desorganizada, eso también me gustó. Solamente al final es cuando obtuvimos la becas. Hicimos algunos proyectos de las clases que yo llegué a dar en UCSD (University of California San Diego) y en CalArts. Se derramaba un montón de energí­a, porque estamos hablando de 10 a 15 artistas que tení­an la posibilidad de venir a un espacio, en un paí­s diferente, en Tijuana y conocer a otra gente. Estamos hablando de una Tijuana que no se encontraba en el estado de deterioro en el que se encuentra ahora.

La otra parte de la respuesta, como espacio, ahí­ ya tienes una referencia a la fisicalidad y el emplazamiento del edificio. Se dio el rollo de hacer proyectos binacionales, porque el lugar está enclavado en la entrada peatonal de los Estados Unidos hacia México. Esto ofrecí­a el beneficio de que podí­as venir, estacionar tu carro en el lado americano y entrar a otro paí­s, casi como en sentido figurado. Ahi era una plataforma o estación en la que podí­as decidir si te regresabas a tu paí­s ó explorabas aún más la ciudad. Eso quedaba a juicio de la gente que llegaba ahí­. Por eso, yo creo que le dió mucho éxito. A veces era muy difí­cil llegar, pero después era muy fácil saber dónde se encontraba.

LatinArt:  Me gustarí­a cambiar el tema para que nos hablaras de tu último trabajo “El cuerpo del delito”(2008) y cómo se relaciona con el momento actual que vivimos en México?

Marcos Ramirez ERRE:  Yo realmente creo que uno siempre termina haciendo la misma pieza de mil maneras diferentes. Al principio me asustaba mucho la diferencia entre el primer proyecto y el segundo; el primero y el tercero. Pero ya que llevaba cinco o seis me di cuenta de que el primero y el cuarto se parecí­an, el segundo y el quinto se parecí­an, el tercero no se parecí­a a ninguno pero cuando apareció el octavo se parecí­an. Al final, creo que trabajo con la misma preocupación o tema desde cinco o seis variantes formales. Lo que se refleja en las piezas es la diferencia en el tiempo en el que son producidas y en el grado de madurez de las propuestas.

Al principio me interesaba hacer un tipo de trabajo que fuera de protesta, incómodo, que argumentara sobre algo que no le gustarí­a a la gente, de manera simplemente fuerte, queriéndose dejar oí­r. Poco a poco, me interesó analizar las razones filosóficas de por qué se da tal o cual situación.

En ese sentido, mi último trabajo tiene que ver con la violencia que se desató -en un inicio- en el norte del paí­s. El proyecto “El cuerpo del delito”comprende varios elementos: escultóricos, de video, fotografí­a, instalación y música. Retrata o narra el evento de una ejecución en el que un individuo es tiroteado por un asesino ó narcotraficante y esto es investigado por un policí­a. El meollo del asunto es que yo como performer asumo las personalidades de los tres personajes principales de la historia.

De alguna manera, hay una cuestión semi-autobiográfica, en el sentido de que yo hubiera podido optar por alguno de esos tres roles en algún momento de mi vida si se hubieran dado ciertas condiciones o situaciones especí­ficas. Desde una perspectiva más general, la pieza es para mí­ una forma de aceptar una responsabilidad que creo hemos negado por mucho tiempo en esta sociedad mexicana tan conservadora, tan persignada, tan alegre pero tan violenta, tan hospitalaria pero tan cruel.

Para mí­ era necesario aceptar mi grado de culpabilidad -no solamente de responsabilidad. Esta culpa que va más allá de la responsabilidad: es el no hacer algo en una sociedad como ésta, con tanto desgaste. Esto se convierte en un delito de omisión y es cuando la responsabilidad empieza a ser rebasada. Entonces yo querí­a hacer un análisis de conciencia: un ejercicio para analizar la situación. Primero, tomarlo de manera muy personal para luego exponerlo al público y que fuera éste quien lo juzgara y lo apreciara.

Ahora, ya desde una perspectiva más particular, la obra cobra fuerza por que nos recuerda lo que está pasando en todo el paí­s. Por ejemplo, los últimos acontecimientos tras el nombramiento del nuevo director para el Centro Cultural Tijuana que muchos miembros de la comunidad impugnaron. Esta acción fue sustentada en la percepción generalizada de que el nominado no tiene el perfil de profesionalización necesario. En este caso, vemos cómo regresa algo que creí­amos ya superado: “el tradicional dedazo” de la antigua usanza de la polí­tica mexicana. Esta es la manera en la que se ha sostenido esta designación. En ese sentido, la pieza nos recuerda que no todo está superado; tenemos que seguir trabajando para mejorar este paí­s por que un poquito que nos descuidemos y vuelven las antiguas prácticas que lo arruinan todo.

LatinArt:  A lo largo de tu carrera haz implementado diferentes estrategias; por un lado, ocupando espacios públicos para crear comentarios de sitio especí­fico, confrontando al espectador, no solamente seduciéndolo. Haz encarado asuntos tangibles, que se perciben en el sito concreto. Por el otro lado, dentro de estructuras institucionales, haz emitido comentarios crí­ticos que en muchos casos, rebasan las connotaciones especí­ficas del lugar. ¿Hacia dónde apunta este conjunto de iniciativas?

Marcos Ramirez ERRE:  En primer lugar creo que hacer arte es esencialmente un ejercicio de libertad, aunque esto suene pretencioso, la segunda parte de mi respuesta espero que no lo sea. Una vez que te das cuenta de esto y decides que eso es lo que quieres hacer, buscas en donde poder ejercer esta libertad. El espacio público es una opción, en la que ya sea por moda o por convicción, es posible y necesario llevar el arte a donde está la gente y no necesariamente llevar a la gente a donde se supone que se encuentra el arte. En el caso de los artistas que no tienen entrada a las instituciones, el espacio público es por alternativa el único al cual pueden acceder.

Por el otro lado, una vez que has sorteado una serie de aduanas y burocracias que existen en las estructuras institucionalizadas del mundo cultural, es igualmente necesario “empujar duro”para poder ejercer este sentido de libertad. Esa es una necesidad que mi obra requiere debido a mi orientación hacia la critica que incluso es personal, por ejemplo, utilizo mis defectos y deficiencias para ilustrar situaciones que me parecen importantes de subrayar. He aprovechado esa libertad para remarcar un tema determinado y hacer a la gente que piense al respecto.

Finalmente, creo que tan importantes son tanto unos espacios como los otros. Más aún, lo verdaderamente importante es que exista esa libertad artí­stica y de expresión en la que reside la esencia y la naturaleza de lo que nosotros [los artistas] hacemos como trabajo. El momento de conflicto es cuando empiezas a ver que no hay las condiciones para que se dé esa práctica libre tanto en la calle, como en el ciberespacio, como entre cuatro paredes blancas. Es entonces cuando te empiezas a preocupar y empiezas a buscar otros foros en donde podamos ser libres ya que es una necesidad primordial del ser humano y como consecuencia de un artista.

LatinArt:  Para concluir, podrí­as darnos una mirada al futuro cercano, un pequeño diagnóstico, sobre cómo crees que puede desarrollarse la cultura en la región, ¿cuáles son los escenarios posibles dados los últimos acontecimientos?

Marcos Ramirez ERRE:  En la pequeña historia cultural de esta ciudad, de la que he sido testigo, te dirí­a que: este es un lugar donde los artistas están acostumbrados a la autogestión. Esto siempre ha sido así­. Siempre se han hecho trabajos que al final no tienen una salida comercial. Hasta hace poco, se estaba dando una salida por donde sacar toda esta energí­a. Además habí­a un rebote, una repercusión a nivel nacional e internacional como reflejo y reconocimiento a la habilidad de los creadores locales. Este canal ya se abrió y va a ser muy difí­cil taparlo. Lo que creo que va a pasar ahora con el retraso que se está manifestando en la nueva administración del Centro Cultural Tijuana, es que va a explotar la creatividad afuera y se van empezar más espacios independientes, no existe presa suficiente que pueda detener esta ola. Si las instituciones son incapaces de coordinarse para canalizar esta energí­a, pues lo harán el sinnúmero de espacios de la ciudad que reflejan la intensa experimentación creativa de los artistas en el gran laboratorio social que es Tijuana. Para mí­ por ahí­ va. Y si logramos recuperar las instituciones pues servirán para seguir canalizando ese esfuerzo.




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