Esta preocupación atañe al trabajo curatorial de Juan Devis, sobre todo porque este reconoce que su enfoque hacia los proyectos en línea tiene relación con el paradigma conceptual. Sin embargo, en el caso de Devis la situación es bastante diferente. La mayoría de los participantes no se encuentran en el cubo blanco de ninguna manera. Por otra parte, el trabajo de estos artistas ya había logrado adquirir valor cultural previo a la exposición debido a que las comunidades participan en el desarrollo sostenido de sus proyectos. Es decir, a diferencia de los artistas que buscan formar parte del cubo blanco porque consideran que esa es la única manera de alcanzar un reconocimiento cultural (que como explica Stimson se esperaba de las prácticas artísticas como el arte conceptual), los participantes en esta muestra sobre net art, aunque seguramente no les incomoda ser reconocidos por el mundo del arte, parecen entender que la validación real de su trabajo depende más bien de las comunidades a las que se dirigen y si éstas realmente contribuyen a los proyectos; para complicar más el asunto, si la meta final del artista es lograr la aceptación por parte del mundo artístico, la única forma de lograr su acometido es que sus proyectos primero tengan éxito al margen del medio artístico, para después cruzar al mundo del arte. Este es el caso de obras como Bogowiki así como de proyectos de fuente abierta como Slow. Sin embargo, aunque a algunos participantes no parece preocuparles si llegan a ser reconocidos o no por parte de la institución del arte, a otros sí parece interesarles esa asimilación: a final de cuentas viene siendo una cuestión personal, puesto que sus trabajos no necesitan ningún reconocimiento artístico para ser efectivos. Solo sabremos con el paso del tiempo hasta qué punto son efectivos estos proyectos ahora que han ingresado al discurso del arte a nivel internacional gracias a su disponibilidad en la red. Más aún, dichos proyectos exigen el respeto a la cultura colombiana por parte de aquellos que visitan la exposición en línea desde el exterior, al la vez que demuestran que las preocupaciones acerca de la práctica artística que se han suscitado en otras latitudes no necesariamente tienen validez en Colombia, aunque es evidente que algunos intereses sí concuerdan.

Lo que más llama la atención en esta muestra es el interés que demuestran los artistas en juntar el arte y los nuevos medios para crear una participación en la que la reflexión crítica pueda divulgarse entre poblaciones diversas de distintas clases. En efecto, pienso que he aprendido mucho acerca de la cultura colombiana al acercarme a las propuestas presentadas en la exposición, sin haberme viajado a Colombia para entender las propuestas y los mensajes que los participantes buscan comunicar. Claro está que aprendería más si pudiera trasladarme a dicho país a contemplar las obras, pero la sensibilidad de la curaduría de esta exposición en línea es tal que facilita una mejor comprensión de la complejidad de la cultura en Colombia, en términos no solo de su propia vida política e historia, sino también del desarrollo global. La exposición busca ponerles fin a los mitos y estereotipos, y Devis logra contribuir a una práctica en línea encaminada a la apropiación de material con miras a la reflexión crítica, en comparación con un consumismo mecánico apoyado en la búsqueda de datos y otras actividades cibernéticas en las que se le pide al usuario proveer información personal para convertirse en un consumidor más eficiente.

Eduardo Navas

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