Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires,
25/06/2004 - 06/09/2004
Buenos Aires , Argentina
Víctor Grippo (1936-2002
por Viviana Usubiaga
Sus series de cajas de los Equilibrios y Cercando la luz introducen una blancura silenciosa que se volverá cada vez más austera e impersonal hasta llegar a sus Anónimos (1998-2001), serie de figurillas de yeso patinado, de aspecto antropomorfo y en algunos casos fálicos, agrupadas en número impar bajo cúpulas de vidrio. "Miramos absortos nuestro paisaje / poblado de seres casi sin forma, / impávidas presencias sin alma, / ni por raíces ni por tierra sustentadas. / Clones de la misma nada. (...) Los ángeles desprevenidos. Pasarán sin verlos / ni sentirán su roce.", versa un fragmento del poema bello y raramente escéptico de Grippo que acompaña estas piezas uniformizadas, cosificadas que diluyen las apariencias entre el sujeto y el objeto en el tiempo actual de drámático inhumanismo.
El catálogo bilingüe producido especialmente para la exposición incluye una exhaustiva cronología biográfica, una antología de escritos propios del artista que, entre otros materiales, reúne textos manuscritos de su archivo personal, junto a otros de autores nacionales e internacionales producidos especialmente para la ocasión (Ana Longoni y Adriana Lauría, investigadoras argentinas de historia del arte; Lilian Llanes, historiadora del arte cubana y ex-directora de la Bienal de La Habana; Guy Brett, curador que vive y trabaja en Londres; Angeline Scherf, curadora de arte contemporáneo del Musée díArt Moderne de la Ville de París; y Justo Pastor Mellado, crítico y curador chileno). La edición pone al descubierto las diferentes visiones y puntos de vista sobre la producción de Grippo. Al tiempo que expone la conflictividad de la construcción de su discurso historiográfico y de las filiaciones universales de su obra en particular y del arte denominado ‘latinoamericanoí. Al respecto, la producción de Grippo ha sido vinculada a poéticas ‘internacionalesí como el Arte Povera, Fluxus y el Nuevo Realismo y creaciones que guardarían semejanzas en tiempos levemente diferidos. En su ensayo, J.P. Mellado desestabiliza esta concepción que define como ‘síndrome de analogía dependienteí especulada por la crítica anglosajona, la curaduría internacional y alimentada, también, por la ‘propia desestimación de las historiografías locales.í En su corrosiva reconstrucción de estas narrativas –transferible quizás a otros tantos artistas de Sudamérica–, denuncia que en definitiva "la obra de Víctor Grippo resulta tardíamente reconocida como una singularidad referencial, que debe ser recogida como un caso curioso de adelantamiento. En esto consiste la operación inicial: reconocer el retraso de una anticipación. Luego viene la operación siguiente: convertirlo en un héroe sutil de la condición de reconocimiento atrasada. Pero siempre, como ilustración de la buena voluntad reparatoria."
Como sostuvo el curador de la muestra, "los itinerarios de una exposición tienen siempre fricciones diversas" y es valorable que así sea y se manifiesten en su productividad. Precisamente en este caso están en consonancia con el sentido múltiple de la obra de Grippo que lejos está de aquietar las almas.
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