Artistas Temas de Arte Exposiciones Nosotros Busqueda


exposición presente
Obregón: Pinturas 1947- 1968


Bookmark and Share

Autorretrato (Self Portrait) by Alejandro        Obregón


Máscaras (Masks) by Alejandro        Obregón


La mesa del Gólgota (Gólgotas table) by Alejandro        Obregón


Resaca (Undertow) by Alejandro        Obregón


Flor calcinada (Burnt flower) by Alejandro        Obregón





Flor calcinada (Burnt flower) by Alejandro        Obregón

Museo Nacional de Colombia,
19/10/2001 - 13/01/2002
Bogotá, D.C., Colombia

Alejandro Obregón
por Carmen Marí­a Jaramillo

Alejandro Obregón es uno de los artistas colombianos que con mayor lucidez y sensibilidad dedicó su producción a crear múltiples visiones sobre el país. Esta exposición busca evidenciar la relación del artista con el contexto colombiano desde diversas miradas: como renovador del lenguaje pictórico, como artista que replantea con indiscutible libertad la relación con el paisaje y como pintor vinculado con un contexto social, político y cultural.

Alejandro Obregón
Obregón apareció en el panorama del arte nacional gracias a su participación en el V Salón de Artistas Colombianos en 1944. Su incursión en el arte fue recibida con beneplácito por la prensa local, en especial por el crítico austríaco Walter Engel, quien, según Marta Traba, lo vio antes que nadie y denominó su arte como expresionismo romántico(1), debido a la pasión por el país, por su naturaleza y su cultura.

La aproximación de este artista al arte moderno resulta única, en su momento, en la plástica colombiana. Su pintura no pretendió desligarse del contexto, sino que tuvo en cuenta el ámbito social, político y cotidiano.

Obregón no expresó interés por los asuntos propios de una modernidad optimista, tales como el progreso, el culto a la tecnología o la búsqueda de materiales industriales. Tampoco optó por el reverso de esta mirada: la desesperación cultural, que no cree en el proyecto que ha movilizado a Occidente durante siglos. Obregón se alimentó de las propuestas que impulsaban el arte moderno y las localizó, es decir: el lugar fue una de sus principales preocupaciones; lugar como geografía, como cultura, como pertenencia. De ahí que nunca militó en una abstracción radical, sino que en su obra se fusionó elementos abstractos y figurativos como una manera de rebelarse contra los purismos modernistas. En su trabajo, entonces, no se percibe repudio a la figura en sí misma, sino a una figuración que se considera narrativa y literal; que representa en vez de expresar o simbolizar.

El espacio pictórico
La necesidad de romper con la tradición, así como la renovación que su obra aportó a la cultura colombiana, no partió de una adhesión a grupos o de la elaboración de manifiestos.

Una declaración que se publica en 1955, condensa su postura frente a lo que para él fueron los valores fundamentales, inscritos sin duda en el pensamiento artístico de su época: "yo no creo en las escuelas de pintura; creo en buena pintura y nada más. La pintura es una expresión individual y hay tendencias como personalidades. He admirado los buenos pintores -los españoles sobre todo- pero considero que ninguno ha ejercido una influencia decisiva en mi formación."(2) En esta afirmación puede leerse su anti-academicismo a ultranza, su necesidad de originalidad que lo lleva a rechazar influencias, y la convicción de afirmarse en su estilo."

La obra de Alejandro Obregón rompió con la concepción del espacio pictórico que predominaba en el panorama nacional con anterioridad a su aparición. En sus trabajos de la década de los cincuenta, el artista investigó nuevas formas de acceder al espacio. Por eso, su interés en un aparente cubismo obedeció más a una búsqueda de nuevas posibilidades de construir el espacio, que a la adopción de los principios que rigieron ese movimiento.

Más adelante, en su trabajo maduro, el pintor generó un espacio que rompió con la estructura de la perspectiva lineal e integr&oac

1 de 3 páginas     siguiente página

volver a exposiciones