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exposición presente
Pablo Cardoso: Abismo-Desierto-Mar


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Abyss by  Pablo        Cardoso


Sea by  Pablo        Cardoso


04º 18.32S - 78º 39.25 W by  Pablo        Cardoso


00º 25.32S - 90º 21.63 W by  Pablo        Cardoso


Sábana # 8 [Bed sheets # 8] by  Pablo        Cardoso


Sábanas # 3 [Bed sheets # 3 ] by  Pablo        Cardoso





Sábanas # 3 [Bed sheets # 3 ] by  Pablo        Cardoso

DPM Gallery,
11/11/2006 - 11/12/2006
Guayaquil-Miami, Ecuador

Instrucciones de viaje*
por Cristóbal Zapata

Observador, callejero, filósofo, llamadle cómo os parezca; pero es seguro que para caracterizar a este artista os veréis obligados a gratificarlo con un epíteto imposible de aplicar al pintor de las cosas eternas, o por lo menos más durables, de las cosas heroicas o religiosas.

BAUDELAIRE, El pintor de la vida moderna

1. Travesías / Transiciones

Nacido en Cuenca (Ecuador) en 1965, Pablo Cardoso se hizo notar muy pronto, cuando a los 24 años, la II Bienal Internacional de su ciudad le otorgó el Premio Alberto Coloma Silva. En 2001, con motivo la VII Bienal de Cuenca, Cardoso presentó Geodesia, la instalación pictórica que inaugura la etapa de sus "travesías", y a la que el jurado confirió una Mención de Honor. Se trata de 55 pequeños cuadros de formato elíptico con pinturas de carreteras, frente a las cuales dispuso una suerte de pasamanos –aludiendo metonímicamente a los andenes de arribo y salida, que son parte de toda existencia. Aquí ya aparecen algunas constantes de su obra reciente: el uso de la fotografía como modelo de la pintura, la idea de la secuencia –a modo de una sucesión de fotogramas–, la elección del blanco y negro que mediatiza el objeto de la pintura, produciendo cierto distanciamiento analítico del dato real. El largo viaje en el que se halla embarcado Cardoso empieza aquí. Luego vendrán los ciclos 29.IV.02, 18.VI.02 (títulos que remiten a las fechas en las que el artista realizó dos caminatas dentro de su ciudad) y Lejos-cerca-lejos (2004), obras presentadas en las bienales de Gwangju (Corea) y Sao Paulo (Brasil). A estas seguirán las series Coordenadas, Sábanas, Abismo-Desierto-Mar (2006) y FF (2006). Todas ellas tienen en común partir del registro fotográfico que hace el artista en sus recorridos o viajes, para luego ser "re-contados" por medio de lo que Cardoso llama un "pincel literal" , esto es, un pincel que copia textual y pacientemente cada foto.

¿Cuál es el sentido de estas detalladas ficciones, de estos obsesivos recuentos pictóricos? En estas obras, Cardoso desarrolla una secreta poética de los pasajes, los pasillos, las carreteras y los andenes, sitios de tránsito que devienen metáforas de la experiencia de la fugacidad; lugares auráticos por antonomasia, susceptibles a las manifestaciones epifánicas, a los encuentros y reencuentros inesperados. Cardoso exacerba la melancolía y el sentimiento de dejà-vu que envuelven a estos anónimos recintos enrareciéndolos y opacándolos –deslizando el foco–, como una forma de resistir a la inocua y estridente transparencia de los media, a la saturación visual que propician, a la velocidad de las autopistas reales y virtuales. Todo lo que procura, ante la pérdida de sustancia de la vida contemporánea, es devolver a los seres y las cosas su densidad, su misterio, su silencio, su lentitud y opacidad esenciales; de restituirlos a su plenitud óntica.

La conciencia de la fugacidad, como guerra contra tiempo, está en el corazón de la obra de Cardoso. La sensación de que en la vida contemporánea todo prescribe velozmente, de que se vive en un presente estricto, lleva al artista a recuperar y consagrar ese instante que cesa y se extingue ante nuestros ojos y nuestra memoria, redimiendo a los actos humanos de su huidizo sino. Este es quizá el sentido de sus Mesas consumidas (2001), y más tarde de sus espléndidas Mesas (2003): colección de tondos que reanudan el prestigioso género del bodegón, pinturas de una sensualidad sibar&ia

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