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Arte y Teorí­a
Indios Medievales de Tomas Ochoa
Joaquí­n Barriendos




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La puesta en escena de la colonialidad del ver termina por hacerse evidente en la animación de uno de los grabados de de Bry, aquel en el que los indios sacian la codicia española dando de beber oro lí­quido a un conquistador cautivo. Esta recreación, en la que los "indios monstruosos" son reemplazados por inmigrantes laborales actuales, nos ofrece un verdadero tableau vivant en el que se funden la cultura visual colonial trasatlántica, los imaginarios eurolatinoamericanos actuales y la necesidad de pensar, en toda su dimensión corpo-polí­tica, nuevas formas de representación de aquellos sujetos que las teorí­as postcoloniales definieron equivocadamente como "subalternos". Indios Medievales opera por lo tanto como un dispositivo etnográfico-decolonial a través del cual se pone a flote el peso retórico y performático de aquellos documentos e imágenes-archivo que dan forma a la economí­a visual sobre el Nuevo Mundo y a la geopolí­tica laboral del espacio cultural eurolatinoamericano.

Joaquí­n Barriendos: "¿De dónde surgió tu interés por los grabados de Théodore de Bry, por el canibalismo y por las imágenes sobre el Nuevo Mundo?

Tomás Ochoa: La imagen de América que la mayorí­a de los europeos tení­a durante los siglos XVII y XVIII fue la América de de Bry. Su mirada fue determinante en la representación que Occidente se hizo del Nuevo Mundo. Lo curioso es que De Bry nunca estuvo en América; su iconografí­a fue imaginada a partir de los relatos construidos por los cronistas de la época. No deja de ser fascinante que estas ficciones hayan sido y sigan siendo fuentes históricas.

JB: En Indios Medievales abordas asuntos relacionados con el "buen" y el "mal" salvaje, con la literatura de viajes y con las crónicas de Indias. "¿Era la primera vez que te enfrentabas a estas temáticas?, "¿cómo te planteaste introducir estos asuntos en tu trabajo de arte-investigación?

TO: La primera vez que me enfrenté a este tipo de problemáticas fue en 1999. Fue por aquel entonces que comencé a usar imágenes de De Bry para aludir a diferentes procesos polí­ticos, como lo es el caso del levantamiento indí­gena de 1998 en Ecuador. En los paí­ses andinos "los cuales cuentan con una población mayoritariamente indí­gena" teóricamente todos sus ciudadanos son iguales ante la ley pero, en la práctica, los indios están sometidos a una suerte de "apartheid" de facto. Al indio se le presenta como referente de un pasado arcaico, del atraso y del subdesarrollo. El indio encarna un imaginario no deseado; "¿podemos hablar entonces de estos paí­ses como de verdaderos Estados a pesar de que la mayorí­a de la población no ha sido nunca incluida en sus proyectos nacionales? La mayorí­a indí­gena es, paradójicamente, una minorí­a en términos de representación polí­tica. Superar esto no pasa tanto por cambios en la legislación sino por la necesidad de hacer operar un revulsivo en el imaginario simbólico. Desde mi punto de vista, ejercitar la memoria para desmontar los prejuicios históricos sobre los que se han levantado los regí­menes actuales de exclusión es una tarea impostergable.

JB: "¿Cómo se relaciona tu trabajo artí­stico con la exploración y la relectura de archivos históricos?

Entiendo la historia como una relación contingente, revisable y revocable entre el pasado y el presente. Si los archivos y fuentes históricas hacen las veces de escenificación del peso desmesurado de la representación sobre la realidad y si, además, esta representación pesa sobre el imaginario simbólico contemporáneo, los archivos se convierten en material reciclable. Me interesa analizar los niveles de ficción, a veces delirante, que contienen estos archivos y documentos así­ como entender en qué medida estos relatos se impactan sobre el imaginario contemporáneo. Dudo que sea competencia del arte dedicarse a desmentir dichos documentos; no obstante, cuando la historia deviene una sucesión de mitos más o menos delirantes, es factible pensar en un ejercicio de sustitución alegórica. El paradigma de la obra alegórica -como lo plantea Craig Owens- es el palimpsesto: un texto que se lee a través de otro. El alegorista no inventa imágenes, las confisca. No se trata de restablecer un significado original que pudiera haberse perdido, sino más bien de añadir un nuevo sentido a la imagen para, inmediatamente después, suplantarla. Por otro lado, cuando un artista manipula las fuentes históricas y los documentos etnográficos prescinde de las categorizaciones estéticas establecidas o, al menos, las contamina. La función poética y metafórica está atravesada por la crónica, el ensayo o el activismo, estas formas del relato, a su vez, están también atravesadas por la poética y sus metáforas.

JB: "¿De qué manera el tí­tulo de la serie Indios Medievales está relacionado con la publicación del libro homónimo del historiador Borja Gómez? (4)

TO: El texto de Borja Gómez, titulado Los indios medievales del fray Pedro de Aguado, ha sido un referente fundamental no sólo para la realización de la serie Indios Medievales sino también para la elaboración de otros trabajos de investigación previos. Lo que este autor postula es que las crónicas de indias de Aguado son una ficción narrativa a partir de las cuales se inventó una imagen especí­fica de los indios, a los cuales se le atribuyó además una supuesta barbarie y se les hizo operar para satisfacer el imperativo de la gesta civilizadora occidental y de la redención cristiana. Una visión que responde a un modelo retórico e historiográfico medieval el cual tomó forma en el contexto de la expansión europea. Personalmente creo que este modelo no sólo pervive sino que ha atravesado muchos ámbitos de la realidad contemporánea.

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