Cuauhtémoc Medina es actualmente un Investigador en el Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM y un critico y curador conocido internacionalmente, y director de FITAC, "Foro de Teoría del Arte Contemporáneo" J: Para comenzar, usted organizó el 8vo Foro Internacional de Arte Contemporáneo llamado "Commodified Aesthetics and Critical Commodities" [La Estética como producto y Productos críticos] que acaba de realizarse en Monterrey. ¿Podría explicar el motivo del cambio de Guadalajara en 1991 a Monterrey en 2002? C: FITAC nació unido a "Expo-Arte", la feria de arte de Guadalajara. En aquel entonces este era un modelo bastante original. No era común que las estructuras comerciales como las ferias de arte considerasen necesario agregar un anexo teórico al mercado. De hecho, el ejemplo de Guadalajara tuvo un impacto mucho más allá de Latino-América. Los programas de simposio en ARCO en España comenzaron en gran parte como un resultado del modelo de Guadalajara. Sin embargo, la Feria de Arte de Guadalajara siempre fue pequeña, sin importar cuán valiosa era en cuanto a iniciar un mercado para el arte de los '90 en México. Lo que tuvo dos consecuencias a lo largo de los siete años que duró, FITAC (Foro Internacional de Teoría de Arte Contemporáneo) en cierto modo apareció como la pieza central del evento. Se transformó en el punto de contacto entre una emergente comunidad de arte contemporáneo en México y Latino-América, y la discusión contemporánea en Europa, los Estados Unidos, y el resto del mundo. Pero desafortunadamente, la feria no duró debido a cuestiones financieras. De modo que en 1998, FITAC se interrumpió debido a la aguda crisis económica en México y a que Guadalajara no desarrolló una estructura de coleccionistas lo suficientemente grande. J: ¿Cree que el lugar donde se lleva a cabo un foro con frecuencia está determinado por una comunidad de coleccionistas más grande? C: No. Simplemente sucede que cuando la gente detrás de la nueva MUESTRA en Monterrey decidió reactivar el interés en coleccionar (que Monterrey tenía a mediados de los ochenta), también decidieron resucitar el foro. Si se cambió el foro a otra ciudad, fue porque el binomio de un modelo de feria de arte/ foro crítico desarrollado en Guadalajara pareció un requisito para instaurar una nueva feria de arte. Esto sugiere que en un lugar como México el mercado aún necesita crecer basándose en la promoción de una oferta de arte contemporáneo más amplia y más compleja que la de sólo un espacio para comprar y vender obras de arte. Esta puede ser la única ventaja de tener un mercado de arte más bien débil: no puede funcionar por sí solo, sino que necesita cooperar con sedes alternativas, espacio abierto a los discursos críticos e implicar un proceso de promoción cultural. Por otro lado, entre 1999 y 2001, el mundo de arte contemporáneo mexicano estuvo muy ansioso debido a la ausencia de algo como FITAC. Como resultado de ello, en unos pocos meses, se establecieron tres eventos relacionados: el simposio en la Universidad de las Américas en Puebla en Noviembre de 2000 que continuará este año con su segunda edición. También está SITAC, y el simposio en la Ciudad de México organizado por PAC (Patrón de Arte Contemporáneo). Y ahora también tenemos FITAC en Monterrey. No obstante, el simposio de Guadalajara no migró simplemente, sino que ha creado un linaje complejo. Es de esperar que estos tres eventos con audiencias diferentes y enfoques diferentes brinden un programa regular de debates sobre arte contemporáneo en México en los próximos años. J: Monterrey es el centro industrial del país y el centro de productos primarios, pero además tiene una historia de colección privada. ¿Cree que FITAC seguirá una trayectoria de funcionamiento en función a sistemas económicos? ¿Cree que el foro siempre tendrá este objetivo / tema en función a condiciones económicas? C: El foro fue temático desde el comienzo. El hecho de que trató la cuestión de las intervenciones económicas y la relación entre arte y cultura de producto fue una decisión específica para esta edición. Tuvo que ver con un intento de hacer una primera afirmación con relación a la nueva historia de FITAC. Los simposios implican una negociación entre diversos objetivos. Trabajamos en Monterrey, que ha tenido poca tradición de pensamiento teórico y debate crítico, pero que es la ciudad más capitalista y consumista en México. Pero en otro nivel, estábamos preocupados por encontrar el tema correcto con el cual pudiésemos hacer dos cosas: por un lado, hacer un cambio de referencias bien abierto, de modo que el foro pudiese contribuir a actualizar los intereses estéticos de esta locación. En segundo lugar, encontrar un tema que fuese útil en un ámbito local, regional e internacional. De modo que la decisión de dirigir este foro al tema de "La Estética como producto y Productos críticos"/"Commodified Aesthetics and Critical Commodities" implicaba motivos críticos y estratégicos a la vez. Por un lado, trataba de trazar el mapa del campo actual de las prácticas emergentes en forma simultánea en distintos lugares del mundo. En otras palabras, que no fuesen vistas como derivadas de una discusión en los centros metropolitanos. Creo que esta fue una decisión oportuna: en los últimos tiempos, varias revistas han dedicado ediciones especiales a temas económicos. Theme Park, una nueva publicación inglesa, acaba de lanzar una edición especial sobre The Economy; y Parachute, en Canadá está a punto de presentar un volumen al respecto. Pero FITAC además quiso invitar a algunos de los artistas más interesantes de Monterrey en las mismas condiciones que a los artistas y teóricos de la Ciudad de México y que de los participantes de distintos lugares de las Américas y de Europa. J: Es una buena forma de pasar a la siguiente pregunta porque creo que el foro fue brillante en su manera de establecer un juego de contradicciones elaboradas. Esto tiene que ver con la esencia de sus habilidades organizativas y el trabajo de los participantes involucrados. Por ejemplo, la presentación del Gabinete Ordo Amoris, que leyó un texto de Marx inmediatamente después de la presentación del trabajo de Santiago Sierra, estuvo colmado de acciones y actividades absurdas donde asegura que, si no estuviese revelando la complicidad del mundo del arte, estaría simplemente "lavando platos". De modo que quise ver cómo pensó en organizar la conferencia, los participantes, y por qué eligió a éstos. Podríamos decir lo mismo de Minerva Cuevas y Swetlana Heder. Fue brillante.
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