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Graciela Carnevale








transcripción de la entrevista

Fecha de la entrevista: 01/08/2007
Lugar: Argentina
Tema: Entrevista con Graciela Carnevale sobre el archivo Tucumán Arde
Entrevistador: Ana Longoni

LatinArt:  ¿Cómo fue tu participación en Documenta 12?

Graciela Carnevale:  Me invitaron a participar con el archivo de Tucumán Arde y la obra del "encierro". Mi participación en Documenta 12 surge a partir del interés de los curadores en Tucumán Arde desde el momento en que tomaron conocimiento del archivo a través del proyecto Ex Argentina (Museo Ludwig, Colonia, 2004), junto a otros trabajos que se presentaron en dicha exposición. Muchos de los artistas que participan en Documenta ya habí­an formado parte de muestras que Roger Buergel y Ruth Noack organizaron y que itineraron por distintas ciudades (Barcelona, Viena, Miami, Rótterdam) a partir de una selección de obras y artistas incluidos en Ex Argentina, a los que incorporaron otros artistas.

LatinArt:  ¿Cómo fue tu relación con los curadores?

Graciela Carnevale:  En la muestra organizada por estudiantes de postgrado en Curadurí­a del Royal College of Art de Londres en marzo de 2006, titulada Again for tomorrow, Roger y Ruth fueron invitados a dar una charla y hablaron sobre Documenta. Yo estaba allí­ invitada por Claudia Fontes, quien habí­a sido convocada a participar como representante del archivo de Trama en la web y que a su vez me habí­a convocado a compartir ese espacio para presentar el archivo. Ellos basaban en parte la estrategia de Documenta tomando como modelo paradigmático a Tucumán Arde. Al terminar la charla conversamos, y me comentaron de su interés en mi participación en la Documenta que ya habí­an insinuado en otra oportunidad. En el tiempo que medió desde ese encuentro hasta el comienzo del montaje de Documenta fue muy esporádica la comunicación con ellos, por no decir escasa o nula. Fue recién a fines de marzo de 2007 (y el montaje comenzaba a mitad de abril) que recibí­ una comunicación oficial de invitación para mostrar el archivo y también la "acción del encierro" que realicé en Rosario dentro del Ciclo de Arte Experimental, en octubre de 1968. En esta acción al encerrar al público invitado para la inauguración, ejerzo una acción violenta haciéndolo prisionero, obligando a esas personas a encontrar su propia salida. En Documenta presento una fotografí­a que registra un momento de la acción y el texto que acompañaba la propuesta.

En Kassel mi relación con los curadores fue de un trato cálido y directo. Tuve libertad para proponer el montaje de los materiales del archivo dentro de un espacio prefijado. Hubo algunas discrepancias por malentendidos y diferencias de criterios que fueron posteriormente solucionados.

LatinArt:  ¿Cómo se muestra el archivo en este contexto de exposición?

Graciela Carnevale:  En Documenta el archivo se muestra en el primer piso del Fridericianum en una amplia sala dividida por paneles donde hay numerosas obras o registros de obras de los años 60 y 70, la mayorí­a de ellas fotografí­as en blanco y negro que se exponen junto con obras más actuales de diferentes soportes y lenguajes.

El montaje del archivo se diferenciaba de los otros registros expuestos en Documenta ya que los documentos estaban puestos en forma menos ortodoxa, enchinchados directamente sobre el muro, sin guardar una rigurosidad lineal de montaje. Lo pensé como una gran acumulación de imágenes y textos que no tení­an pretensión de formato museí­stico ni estetizante sino como una especie de disposición informal sobre una pared. Seleccioné textos, fotografí­as, artí­culos de diarios, etc., que ofrecieran claves para la lectura no sólo de las propuestas y posicionamientos del grupo sino también del contexto y momento histórico. Pensé no en algo cronológico sino más bien fragmentado, sin un orden temporal, en la que cada elemento se articulara con otros como un estí­mulo para intentar comprender una totalidad compleja donde era necesaria una participación activa del espectador.

LatinArt:  ¿En qué contexto se inscribí­a tu aporte? ¿Qué otros trabajos circundaban o dialogaban con el montaje del archivo?

Graciela Carnevale:  Uno de los conceptos que los curadores utilizaron como dispositivo en la exposición fue que las obras se relacionaran unas con otra no sólo visual sino también, en algunos casos, auditivamente. Los paneles estaban puestos de manera tal que no construí­an espacios cerrados para que hubiera continuidad entre ellos. Este mecanismo se repetí­a en numerosas obras en los otros pabellones, ya que aparecen dispersas en distintos espacios, generando una relación de cercaní­a o diálogo entre diferentes autores.

El conjunto de registros documentales de obras o acciones de los 60 y 70 es muy interesante y creo que es uno de los espacios más intensos de toda Documenta. Pensar el montaje del archivo en Documenta me situaba en un lugar de mucha vulnerabilidad y disparaba infinidad de interrogantes. No quise poner textos explicativos sino que los documentos -tanto textos como fotografí­as- tuvieran suficiente información en sí­ mismos como para que permitieran acceder a una aproximación de lo que fue el proceso de radicalización del grupo tanto desde el punto de vista estético como polí­tico.

Consideré que habí­a que evitar el criterio despojado y minimalista de montaje y utilizar operatorias de sobreinformación similares a las utilizadas en la muestra de Tucumán Arde tanto en Rosario como en Buenos Aires.

Decidí­ que los documentos debí­an ir sobre la pared y las traducciones en folios sueltos que pudieran ser consultados por el público, amontonadas sobre una mesa pequeña.

También me interesaba la posibilidad de establecer un diálogo con el público que lo invitara a participar relacionando las prácticas de los 60 con obras o situaciones actuales de manera que estos nuevos aportes pudieran formar parte del archivo y el montaje fuera así­ creciendo y recreándose. El no conocer el contexto y el comportamiento del público en un acontecimiento de este tipo me hicieron dudar y elegir una forma de participación mediatizada que creo- no fue eficaz.

Los comentarios y opiniones tuyas, de Brian Holmes, Marcelo Expósito, Claudia Fontes, Mauro Machado, Lorena Cardona, Luján Castellani y Matthijs de Bruyne -quien además estuvo participando en el montaje- fueron muy importantes para tomar estas decisiones y me ayudaron a pensar la presentación del archivo en un contexto como el de Documenta.

LatinArt:  ¿No te parecí­a necesario un relato mí­nimo que permitiera contextualizar aquellas acciones tan distantes temporal y geográficamente?

Graciela Carnevale:  Los curadores afirman que en este tipo de eventos no es posible detenerse a leer textos demasiados extensos, por un lado, y por otro consideran que las obras deben hablar por sí­ mismas y que el público debe constituirse como tal a partir de una experiencia estética directa y no mediante una versión mediatizada de la obra.

Este criterio es discutible porque indudablemente prioriza la materialidad de la obra descontextualizándola del momento y de las condiciones de su producción. También se puede leer como una crí­tica hacia todo el sistema de mediatización que se ha instituido alrededor de la obra donde una elite es la que opina y tiene la verdad y el saber (léase crí­ticos, curadores, etc.) que sitúan al público en un lugar de meros consumidores de esa verdad que se impone acrí­ticamente. Rescatar o reivindicar el lugar de un público que se constituye como tal en una actitud reflexiva y crí­tica serí­a devolverle protagonismo y concebir la experiencia estética como un proceso de subjetivación. No sé, lo estoy pensando!

LatinArt:  ¿Qué expectativas tenés de tu participación en Documenta?

Graciela Carnevale:  Me interesa que estos registros de acciones habiliten a un público más amplio a conocer estas experiencias que fueron hechas en los 60, experiencias que pienso son todaví­a vigentes, contemporáneas, por los interrogantes que plantean y la actitud abiertamente crí­tica hacia el sistema y las instituciones abogando por una práctica artí­stica crí­tica y reflexiva acerca de sus propias condiciones y en relación al contexto en que surge.

Espero que estas presentaciones puedan servir para discutir y confrontar puntos de vista, aportar al debate acerca del sentido del arte en nuestra sociedad actual y tomar conciencia de cómo el mercado estructura los modos no sólo de hacer arte sino la propia subjetividad. Esta tribuna, en donde convergen las miradas de muchos artistas e intelectuales, de trabajadores de la cultura y de un público amplio, serí­a interesante que sirviera como lugar de debate y de plataforma hacia un arte que se desafí­e a sí­ mismo en la búsqueda de nuevas formas de transformación de la sociedad y de imaginar nuevas formas de vida, aunque esto significara un corrimiento del concepto de arte que estamos acostumbrados y una práctica que pudiera no ser reconocida como artí­stica en base a los cánones institucionales actuales. Una imagen nueva de artista que tuviera más que ver con un investigador, un activista, un creador y no con la idea del artista iluminado ocupando un lugar de falso prestigio narcisista en circuitos cerrados de poder.

LatinArt:  Podemos leer esta última participación del archivo de Tucumán Arde en secuencia con otras invitaciones anteriores, como las que ya mencionaste (Ex Argentina y la muestra en Londres). ¿Podrí­as contarnos cómo y cuándo empezaste a ser convocada a exposiciones o eventos internacionales? ¿En qué términos analizás ese interés internacional que se viene produciendo en los últimos años?



Graciela Carnevale:  No recuerdo bien cuándo ni cómo comencé a recibir pedidos de enví­o de material pero recién es a partir de Ex Argentina que soy convocada a participar en exposiciones y eventos internacionales. Durante mucho tiempo me llegaban pedidos de material documental de textos o fotos de Tucumán Arde o del recorrido del grupo de Rosario, por parte de investigadores o crí­ticos interesados en el proceso de radicalización y politización de sus prácticas. Al principio este continuo intercambio y enví­o de material fue realizado en momentos en que la tecnologí­a no disponí­a de las facilidades de hoy.

Si tuviera que hacer un listado de los pedidos de información o de materiales de los que me acuerdo en este momento (y que faltarí­a completar), mencionarí­a a Lucy Lippard (para su libro "The dematerialization of the art object"), a Jean Clay (de la revista Robho), MariCarmen Ramí­rez y Jane Farver (para "Global Conceptualism"), a vos y Mariano Mestman (para su libro "Del Di Tella a Tucumán Arde"), a Claire Bishop (para su libro "Participation"). Visitaron el archivo -aparte de vos misma- Guillermo Fantoni, Mari Carmen Ramirez, Justo Pastor Mellado, Alberto Giudici, Alice Creischer y Andreas Siekmann, Nancy Garí­n, Marí­a José Herrera (para realizar el video "Tucumán Arde"), Mariana Marchese, Marcelo Expósito, alumnos de post grado en Curadurí­a del Royal Collage of Art de Londres, entre otros.

En cuanto a las exposiciones en las que se mostró material ocurrieron desde 1984. También fueron numerosas las veces que fui o fuimos convocados con otros integrantes del grupo a hablar sobre la experiencia en encuentros sobre la vanguardia, en presentaciones del libro "Del Di Tella a Tucumán Arde", en relación a arte y polí­tica o en relación a prácticas activistas más recientes.

LatinArt:  ¿En qué distintos discursos curatoriales se inscribió esta recuperación?

Graciela Carnevale:  En general las participaciones que mencioné se dieron dentro de propuestas o proyectos que interrogaban e integraban a Tucumán Arde desde distintas perspectivas. Se poní­an en foco algunos de los aspectos de la obra y su sentido de ruptura y crí­tica relacionado con el campo del arte y la situación polí­tica. Mari Carmen Ramí­rez, en Heterotopí­as, lo incorpora como elemento importante de su visión del arte de Latinoamérica, como una producción diferente con propuestas e incorporaciones propias y no dependientes de los paí­ses centrales dándole también especial importancia a la obra de Eduardo Favario. Las curadoras croatas de Collective Creativity pusieron el énfasis en el aspecto de producción grupal. Ex Argentina lo leyó como un antecedente histórico del arte como investigación militante que se conecta con las manifestaciones activistas de principios de 2000. En el marco de la muestra Arte y polí­tica en los 60 que propuso Giudici, se la leyó como una de las manifestaciones más radicalizadas de un grupo de artistas en relación a los conceptos arte-polí­tica y arte / vida.

Es importante decir que las primeras exposiciones mostraban de Tucumán Arde unas pocas imágenes, y en estos últimos años lo que se muestra es el archivo, el archivo como tal, cuestión que introduce otra óptica y otra valoración en relación a los documentos.

Esto también me coloca a mí­ en otro lugar, ya no como alguien que proporciona un material sino que es convocada para mostrar el archivo. Se introduce otra problemática que ya no sólo refiere al sentido de mostrar el archivo en estas exposiciones o acontecimientos sino a cómo mostrarlo concibiendo el montaje como una instancia también polí­tica. Mi responsabilidad en la participación tiene dos aspectos: uno, en relación a la presentación de documentos de obras realizadas por un colectivo de artistas del cual formé parte, y otra, ligada estrechamente con la anterior pero que se relaciona con una construcción de otro tipo, esta en relación a la constitución del archivo, el modo en que éste toma corporeidad, se materializa en un todo significante por sí­ mismo.

LatinArt:  Se podrí­a pensar que ese pasaje de mostrar "Tucumán Arde" como obra a mostrar el Archivo "Tucumán Arde" tiene que ver con asumir las dificultades e imposibilidades que surgen al reingresar al museo experiencias que lo habí­an desbordado y cuestionado. ¿No lo crees?

Graciela Carnevale:  Creo que sí­ pero también creo que tiene que ver con una situación a nivel internacional en relación a la valoración de archivos y la preservación de documentos como forma de construir otras lecturas o interpretaciones de la historia.

Creo que Tucumán Arde no es musealizable sino que sólo pueden serlo los documentos que quedan. Tucumán Arde fue una acción directamente relacionada con un contexto. No fue la muestra sino todas sus etapas, y las muestras realizadas en las sedes de la CGT [Confederación General del Trabajo] están ligadas a una institución y a un contexto que no pueden ser repuestos. En realidad aún cuando se hablaba de presentación de "Tucumán Arde" siempre se está refiriendo a presentación de documentación de lo que fue esa acción en sus diferentes etapas. Sólo a manera de anécdota, no faltaron quienes pedí­an volver a "exhibir" Tucumán Arde. Por lo tanto es el formato archivo el que es apropiado por el museo. Aquí­ habrí­a que preguntarse en qué sentido se repone "Tucumán Arde" bajo este formato y si estas experiencias pueden llegar a constituirse en posibilitadoras de formas de pensar autónomas que interroguen criterios universalizantes y atemporales concebidos como apolí­ticos por la misma institución.




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