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Daniel J. Martinez

Retrato del artista by Daniel J.       Martinez






transcripción de la entrevista

Fecha de la entrevista: 04/02/2002
Lugar: E.U.A.
Tema: Entrevista a Daniel J. Martinez
Entrevistador: Bill Kelley Jr.

LatinArt:  Su nuevo trabajo es tan visualmente diferente de su trabajo anterior... está tan arraigado en el pensamiento investigador e intelectual que no se revela a sí­ mismo a primera vista...un poco de investigación revela los muchos diferentes lenguajes visuales con los que usted ha trabajado.

Daniel J. Martinez:  Y todaví­a me considero muy joven, apenas acabo de comenzar a rascar la superficie de lo que creo yo deberí­a estar haciendo. Llevo un poco más de veinticinco años de estar presentando trabajos y de hacerlo no sólo en este paí­s sino en muchos paí­ses en distintos épocas. Yo fui muy activo en los años setentas, y llegaron los años ochentas y Reagan estaba ahí­, y los noventas con las guerras de las culturas y la derrota de las ideas e ideologí­as progresivas, y finalmente aquí­ estamos en los 2000. Sin embargo, aquellos fueron perí­odos muy interesantes para haber trabajado en los EEUU y pensado sobre algunas de las ideas que eran importantes en sus diferentes momentos, porque hoy dí­a casi no hay punto de comparación. Cualquier cosa en la que uno creyera en los años sesentas y los setentas es irrelevante en el presente. No significa que las ideas no eran buenas, únicamente significa que nosotros simplemente tenemos que tener nuevas ideas.

LatinArt:  Los tiempos han cambiado, estoy pensando en las condiciones en cuanto a las discusión de la forma y de la creatividad artí­stica. Yo entrevisté a un artista quien me dijo que cualquier discusión que estuviera fuera del arte no es arte. Se convierte en sociologí­a. Se convierte en antropologí­a. Se convierte en algo diferente. Es un interesante "estira y afloja" por donde lo veas.

Daniel J. Martinez:  Este es un argumento de Greenburg. Es un argumento modernista. Para mi es como tener una tí­pica, y en mi opinión aburrida, discusión en cuanto a que la forma y el contenido van por separado. La única discusión de estética, es sobre la naturaleza de su existencia debido a la manifestación de su forma y de su valor estético. Yo difiero. Hablemos sobre la forma y contenido por un minuto. Cuando uno tiene una bombilla, digámosle la "forma", se entrelaza en un contenido formal- un contenido formal. Cuando uno enciende la luz, se emite la luz. Eso es contenido. La forma y contenido de la luz son sinónimos, la misma cosa, son inseparables y por lo tanto yo argumentarí­a lo contrario, que uno no los puede separar. Esa es una discusión imposible de tener. ¿Cómo puede ser que uno sólo puede hablar sobre la forma de lo que uno hace y sugerir que no tiene ninguna construcción de significado? ¿Está absolutamente separado de cualquier otra cosa que sucede en la sociedad? Es imposible. Pero el problema es que la razón por la que volvió esta idea fue gracias a [Dave] Hickey...Hickey es el próximo Greenburgian.

LatinArt:  Estaba a punto de traerlo a colación...

Daniel J. Martinez:  Todo esto es muy predecible. A finales de los ochentas, en los noventas, en toda mi vida, tan corta como lo ha sido, nunca habí­a visto un momento tan eufórico como lo hubo a finales de los ochentas y los noventas, porque la gente simplemente un tanto progresiva con conocimiento clásicamente aplicado fue capaz de situarse a sí­ misma en todas las posiciones de poder de este paí­s y desbaratar las polí­ticas tanto a nivel nacional como a nivel local. Fue la primera vez que los polí­ticos progresivos radicales tuvieron la capacidad de crear verdaderamente una clase de fuerza que se tendrí­a que tomar en cuenta y duró (hace un chasquido con sus dedos) esto de tiempo. Pero fue lo suficientemente largo para que la gente pensara, "¡Caramba! Realmente podemos hacer esto. Es posible." Finalmente...poder creer que aprendimos algo de los sesentas. La Bienal 1993 [de Whitney] fue el comienzo y el final de la última batalla de las guerras de las culturas. Esa es la razón por la cual todos la mencionan, porque es difí­cil no mencionarla. Porque fue el único momento glorioso de victoria. Lo que fue más importante fue el reconocimiento de todos aquellos a quienes se habí­a hecho invisible. Nos habí­amos salido del modernismo y del postmodernismo y nos habí­amos metido en algo que todaví­a no habí­amos averiguado lo que era. No existí­a una etiqueta teórica para describir el momento de ese tiempo.

LatinArt:  Hay tantas referencias sobre esa bienal. Es como un punto de partida.

Daniel J. Martinez:  Para todo...inclusive para la Bienal anterior.

LatinArt:  Estuve leyendo algunas de las conferencias y discusiones sobre sus insignias de entrada al museo que hizo para para el Whitney Bienal del '93...

Daniel J. Martinez:  Y siempre hacen mención de ellas. Inclusive ahora en esta Bienal [2002] hacen mención de ellas. Ya ni siquiera volvieron a hacer mención de mi nombre. Unicamente hacen mención de mi trabajo.

LatinArt:  ¿Y cómo ve usted esa pieza ahora?

Daniel J. Martinez:  Fue una interpretación de un momento y de un sitio especí­fico. Fueron diseñadas alrededor de Saussure, quien fue el padre de la linguí­stica, y se trató de hacer que el lenguaje (y el significado del lenguaje) cambiara en relación con el comportamiento de los individuos dentro del museo, a sabiendas que estaba tratando de analizar el poder a través de varios códigos que presuponen algo. Fue tan claro, tal vez ese era el momento. Si alguna vez vuelvo a hacer otra pieza tan clara como esa, bueno, serí­a dichoso de hacer dos en toda una vida. Porque, sea lo que haya hecho el zeitgeist, hizo lo que yo creí­ que iba a hacer. Que es suponer promover y generar el complicado discurso dialéctico alrededor del significado de quiénes somos como individuos y sobre nuestra existencia dentro de una sociedad, punto. Yo personalmente no creo que el arte sea una decoración para que se cuelgue en la pared para ser observada, mirada y amada porque yo la poseo y tiene un valor de inversión. No estoy diciendo que el arte no deba ser eso. Estoy diciendo que no creo que mi arte deba ser eso.

He cambiado mucho con los años en el sentido que no me subo a la mesa y grito y reclamo como lo solí­a hacer. Son diferentes las estrategias en estos dí­as. Pero sabe, estuve en la Bienal de Whitney y en la Bienal de Venecia ese mismo año (1993). Cualquier otro individuo, habiendo estado en ambas Bienales en un mismo año, teóricamente hubiera podido escribir su carrera de la manera como la querí­a. Yo no pude obtener ninguna otra exhibición después de eso. Fue imposible. No les podí­a rogar a mis amigos que me montaran una exhibición. Tení­a gente que se acercaba a mí­ después de eso y me decí­a, "¿Daniel, por qué hizo eso? Usted podrí­a obtener todo lo que quisiera si tan solo no fuera usted como es." Yo decí­a, "¿Realmente, no ser de la manera que soy? ¿Qué quiere decir?" "Bueno, no esté tan enojado todo el tiempo. Tan solo cálmese. ¿Por qué está tan disgustado realmente? De todas maneras no lo puede arreglar." ¿Se imagina? Lo que se supone que uno debe hacer en la Bienal de Whitney es llevar el mejor trabajo que uno pueda hacer, que pueda hacérsele publicidad en una galerí­a y mercadearlo. Por lo tanto, básicamente, el propósito de la Bienal es una herramienta de mercadeo para las galerí­as que ayudan a promocionar las carreras de las personas. Bueno, si en esto existiera una oportunidad de abrir abiertamente un tipo de discusión que no se hubiera discutido anteriormente en un museo importante, estando uno consciente de que uno está captando la atención nacional, entonces ¿por qué no hacer arte que sea activo, que sea parte de una cultura, en vez de imaginarse a uno mismo como una herramienta de mercadeo? La gente decí­a que lo habí­a echado a perder, que sencillamente habí­a tirado mi carrera por la borda al hacer eso. Bueno, ¿sabe qué? Si se me presentara la misma oportunidad, sabiendo lo que ya sé, lo harí­a de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. No lo cambiarí­a.

No soy lo suficientemente inteligente para hacerle el análisis polí­tico necesario, porque es mi trabajo. Puedo hablar muchí­simo sobre ello y lo que significa para mí­, pero hay gente mucho más inteligente que yo y que espero que lo analice algún dí­a. Cuahutemoc Medina y David Levi-Strauss tuvieron una discusión abierta sobre su programa de Curador en el Colegio Bard la semana pasada, en donde verdaderamente estuvieron discutiendo sobre la Bienal pero ahora ellos ni siquiera mencionan mi nombre, únicamente me

LatinArt:  Me parece que lo que usted dijo, lo del vaivén cí­clico del péndulo, muy interesante. Sencillamente me fascina cómo está el arte en la actualidad.

Daniel J. Martinez:  Los resultados se han estrechado. Fue orquestado. La derrota propinada por la derecha y las técnicas polí­ticas que utilizaron, extraordinariamente sofisticadas, asesinaron el arte, fue una cuchillada a las grandes ideologí­as progresivas utilizando estrategias ideológicas progresivas. Nos ahorcaron con nuestras propias ideas. Habiendo hecho eso, tuvieron la capacidad de retirar la urgencia de la noción de una sociedad multicultural, el hecho de que uno se podí­a mudar hacia un lugar en donde se puede negar que se viví­a allí­, y que uno ya no necesita reconocer la idea como relevante. En lo que ellos creyeron fue en el yugo de tener que ser polí­ticamente correctos en cuanto a la manera en que las exhibiciones estaban siendo curadas, las maneras como los dineros estaban siendo distribuidos, la manera en que la infraestructura y el mecanismo del mundo del arte funcionaba, por lo tanto lo que hizo fue permitirles aquello que ellos buscaban, que ellos esperaban dar. Dave Hickey es la construcción de otro conjunto de ideales, que sale de los Temas de Arte, que señala a David Kornblau, que señala a Christopher Knight y a David Plagel. Ellos necesitaban a alguien parecido que pudiera establecer la teorí­a, que todos los demás utilizan de una forma diluida, y articular la posición que todos tení­an temor de decir. El no tení­a miedo de decirla. "¿Qué es toda esta basura? No significa nada mientras está sucediendo y no significa nada ahora. Estas son las nuevas reglas."Toda institución cultural en este paí­s festejó alegremente cuando eso sucedió, y luego, a partir de los mediados de los noventa hasta ahora, sólo ésto se oye. Al mismo tiempo se pone más y más apretado en donde virtualmente no hay potencial para tener otra cosa que no sea un discurso de galerí­a basado en el rendimiento dominante sobre los asuntos contemporáneos. No se ofrece nada más aparte de eso. No significa que no se está haciendo, no significa que no haya gente que hable individualmente sobre ello, pero no existe una plataforma que permita esta clase de producción, diseminación, discusión, usted sabe...de hacer teorí­a.

LatinArt:  Se ha hablado sobre este tema mientras a la vez se discute de cómo la Derecha a forzado su agenda polí­tica.

Daniel J. Martinez:  Absolutamente. Ellos construyen la agenda, ellos deciden lo que quieren, ellos deciden de qué manera quieren articularla, ellos deciden entonces de qué manera ponerla en acción en cuanto a la antesala y a todas las otras cosas que se hacen: corporaciones, inversiones, y luego ellos hacen que sucedan. Los movimientos progresivos son débiles a nivel de organización. No están fundados de la manera como lo podrí­an estar. No les permite verse a sí­ mismos más allá de un perí­odo muy particular de tiempo. Quiero decir que todaví­a me están hablando sobre Lení­n y Mao... ¡en el año 2002! Así­ que lo que pasa es que va a caer de vuelta en el mismo lugar donde siempre cae de vuelta: en los artistas. Siempre es el artista que encabeza la discusión, de una manera u otra; ellos son los únicos que con un poco de imaginación tratan de pensar a pesar de las circunstancias en las que vivimos un poco pero de manera diferente. Arte es tan conservador en este momento. Tan solo es cuestión de tiempo antes de que se desencadene en algo diferente, la gente deseará tomar más riesgos en lugar de hacer todo tan determinante, hacer todo tan seguro, tan calmado. La Bienal de Whitney [2002] es aburrida básicamente porque nadie toma una posición. Se asustan de que se puedan dañar sus ventas, su oportunidad de meterse a una galerí­a, su imagen ante un curador. Todos funcionan desde el punto de vista del miedo. Si uno sólo se dedica a tener un punto de vista basado en el miedo, ¿qué ha hecho uno? Uno no ha hecho nada.

LatinArt:  Usted habló sobre la Belleza Radical anteriormente. ¿Puedo preguntarle sobre el concepto? Encontré sus imágenes mas recientes metidas en mi cabeza y esas dos palabras parecen conectarse muy bien.

Daniel J. Martinez:  Un montón de gente con la que ando dice, "¿Cómo hacemos los artistas para crear, financiar y solicitar un espacio para nosotros mismos y para el trabajo que queremos crear?" ¿Cómo lo logramos dado el contexto de lo que acabamos de articular? Sabemos que es algo bueno. No se trata de que nos guste hacerlo. El hecho de que te guste o no es irrelevante, porque es positivo, es interesante de hacer, es un reto. ¿Cómo hacerte espacio a ti mismo en vez de rogar a otros por el? La única manera de hacerlo es trazando un pedazo de territorio y luego empezar a articular lo que tu crees... así­ que empezamos coleccionando libros. Leí­mos sobre todos las cosas posibles que se han escrito en los últimos diez años alrededor de la belleza. Lo crea o no, Hickey no es el único que habla sobre la belleza. A la gente le gusta hacer la sugerencia de que si uno está interesado en el contenido de alguna manera, uno no está interesado en la forma y por consecuente el trabajo de uno no es bello. Bueno, eso sencillamente no es verdad. Nosotros nunca dijimos que no querí­amos nada bello. Nosotros queremos utilizar la belleza como el resto de la gente. Pero no queremos una belleza benigna. Por lo tanto empezamos a crear, curar y a escribir artí­culos, y a articular la posición alrededor de una belleza radical más allá de la belleza. La belleza radical era algo que tení­a el potencial de resbalarse en diferentes modos de expresión de forma simultánea. Para utilizar a Caravaggio y a Titian y a Goya, y a cualquiera que quieras atribuirle un estilo especí­fico de estética, iyéndonos hasta Duchamp, Warhol. Joseph Beuys...quienquiera que sea. ¿Cómo adquiere uno ventaja de la historia estética y comprime eso en una posición ideológica? La belleza radical nos daba meramente una licencia para utilizar la belleza simultáneamente como una herramienta y un arma en vez de simplemente existir como un estado modernista de belleza. Existen montones de cosas sobre el modernismo que nos gusta, montones de cosas sobre todos los movimientos que nos gusta. Pero nosotros no queremos hacer eso. ¿Sabe? Así­ que la belleza radical es un gesto que nos lleva a liberarnos a nosotros mismos de seguir atrapados por los lenguajes que básicamente nos mantienen abajo.

LatinArt:  Una de las cosas de las que yo pienso cuando pienso en su trabajo es sobre el rol del artista.

Daniel J. Martinez:  Habrí­an habido momentos, en diferentes ocasiones en los que le hubiera dicho a usted si me preguntara, "¿cree usted que los artistas tienen una responsabilidad?" Yo le hubiera dicho que sí­. Porque yo le dirí­a que detrás de mi puerta habí­a una crisis que necesitaba una respuesta inmediata, y que los artistas eran terapeutas y que los artistas eran polí­ticos, todo al mismo tiempo. Si uno mira detrás de la puerta, la crisis sigue ahí­, pero no existe ningún capital que se pueda ganar operando bajo ese modelo. Ese modelo sólo te atrapa hasta el punto donde ya no tienes movilidad de ninguna clase. Cuando digo movilidad no quiero decir movilidad hacia arriba, simplemente la capacidad de trasladarse junto con la cultura y poder tener una agencia para ser efectivo y tener la libertad de actuar estéticamente. Así­ que ahora, ¿tengo yo una posición ética? ¿Funciono yo con un conjunto de principios? ¿Tengo una forma de ser yo mismo? De ninguna manera. ¿Es eso importante? Es la cosa más importante. Mi posición ética es la posición más importante. ¿Tengo la capacidad de decir exactamente lo qué es eso?...tal vez no muy especí­ficamente. ¿Creo yo personalmente que tengo una responsabilidad? Sí­. ¿Para qué? Yo no lo sé...más... ¿sabe?

En términos de estas imágenes, algunas veces la gente se disgusta debido a lo que esa gente aparenta parecer, pero éstas son simulaciones. Yo no estoy perpetrando la violencia en la gente y si la gente recordara su historia, la historia del arte, yo no soy de ninguna manera la primera persona en hacer imágenes de esta clase. ¡Dios mí­o! ¡Simplemente volvamos al Renacimiento!

LatinArt:  O al barroco...

Daniel J. Martinez:  ¡Sí­! Así­ que encuentro un poco hipócrita a la gente el echarme la culpa por la producción de estas imágenes. El efecto de estas imágenes hace precisamente lo que yo quiero que haga. Es poner en una situación a la gente para que tenga que enfrentarse a sí­ misma, no a mí­. Dado el Internet, la proliferación de revistas, libros, imágenes y la cultura visual completa en la que vivimos, televisión, 100 estaciones en el plato del satélite... ¿Cómo es que en ese atolladero de imágenes puede un artista con una sola visión, tener la capacidad de proyectar justamente una única imagen y todaví­a tener el potencial y el poder de tratar de moldear a la persona que está analizando la imagen? ¿Cómo hacer uno una imagen en el año 2002 con la capacidad de retenerse en el individuo no solo durante los treinta segundos que dure viéndola, sino por un dí­a, una semana, un año, diez años después, y aun recordar exclusivamente esa imagen. ¿Qué pasó con la discusión acerca de crear imágenes visuales poderosas que fueran complicadas en su existencia? Estoy interesado en tratar de averiguar lo qué es eso, en vez de hacer arte que sea absolutamente, completamente benigno.

¿Quiero decir, cuántas veces ha estado uno por Chelsea en donde uno revisa cuarenta galerí­as y no puede recordar ni una sola cosa de lo que vio? ¿De qué se trata entonces? ¿De qué se va la producción de cultura? ¿Cuál es el punto? Ah, yo sé. ¿La vendió? El trabajo ni siquiera tiene importancia. Lo que importa es en dónde es la exhibición en términos del prestigio de la institución y si la exhibición vende y si obtiene y adorna los honores del éxito necesarios, para que los catapulten al siguiente nivel. Así­ que me parece que estamos por encima de una discusión de lo que se trata el arte actual porque eso ya no nos importa. Eso es tan triste para... podrí­amos regresar a Platón.

LatinArt:  Estas imágenes también trabajan en los términos humanos y yo estoy fascinado por el estudio de utilizar el cuerpo humano, y ser éste el receptáculo de todas las clases de ideas, no solo por las feministas de los años setentas, sino al regresar en los siglos...

Daniel J. Martinez:  Estaba a punto de decir, que hasta haciendo referencia a las clases de posiciones de los siglos 13vo, 14vo, 15vo. El trabajo se basa en Nietzsche. Está basado en la última pieza que él escribió antes de morir, cuando se dice que estaba completamente loco: In the Twilight of the Idols, How to philosophize with a hammer (En el Crepúsculo de los Idolos, Cómo filosofar con un martillo). Es perfecto para mí­. He sido un Nietzscheciano por un largo tiempo. La propuesta es ésta: si la especie humana va a evolucionar más allá del punto al que lo ha hecho, tiene que destruir todo en lo que cree. Tiene que evolucionar. Tiene que morir para volver a nacer. Es así­ de sencillo. Bueno, la única manera en que yo puedo hacer eso es matarme a mí­ mismo, una y otra vez, así­ que lo que hago es desmantelar el cuerpo humano. Me desmantelo a mí­ mismo en frente de todos. Por lo tanto soy yo y no soy yo al mismo tiempo. Es un simulacro, un clon. ¿Sabí­a usted que están construyendo en Las Vegas una réplica a escala del Cañón de Colorado para un hotel?

LatinArt:  Ah, no lo sabí­a.

Daniel J. Martinez:  Sí­, y usted sabe que yo puedo pararme en Las Vegas y tirar una piedra y pegarle al Cañón de Colorado. Ya ellos proyectaron que más gente irá al simulacro del Cañón de Colorado de los que jamás lo harán al verdadero Cañón de Colorado.

LatinArt:  Preempacado y listo para llevar...

Daniel J. Martinez:  Sí­, y la ironí­a es que preferimos el simulacro a la realidad en todas las formas. Así­ que yo estoy alimentando a la gente con lo que más desea, y que es un simulacro basado en una propuesta filosófica e ideológica. Estas imágenes son tan prolí­ficas por un lado, y sin embargo tan bellas productivamente. Digo eso no como un cumplido para mí­ mismo, pero este es un punto al que estoy tratando de llegar: ¿Como puede uno crear algo que es tan horrible y tan bello? ¿Cómo crea uno simultaneidad y multiplicidad para que funcionen como herramientas estéticas cuando uno las ve? Yo creo que ellas funcionan en un espectro micro/macro más que aislándose en cualquier de ellas. Ellas no vibran en un espectro, sino que oscilan constantemente. Yo nada más he estado haciéndolas por unos cuantos años y son muy, muy difí­ciles de hacer en todos los niveles.

LatinArt:  Sí­. Puedo simplemente imaginármelo.

Daniel J. Martinez:  Tal vez usted no lo ha leí­do en ninguna parte, pero ellas no están construidas digitalmente. Están todas hechas a mano pero están, tal y como yo me refiero a ellas, informadas digitalmente. He desarrollado muy bien las destrezas digitales y tecnológicas. Leí­ todo sobre la teorí­a digital. Aunque no la uso. Sólo la uso como basamento para pensar sobre las cosas. De manera que en vez de que lo digital trate de engañarte a que pienses otra cosa, uso lo análogo - que simula ser digital y no lo es. Es una simulación de la tecnologí­a digital Se debe mirar de cerca la imagen y esta comenzará a revelarte que es falsa. El escape del pensamiento... es la tecla de emergencia para aquellos que se asustan demasiado. ¿Vio la obra en la Galerí­a del Proyecto en Los Angeles llamado La felicidad está sobrevaluada?

LatinArt:  Oh sí­. Fue interesante atrapar las reacciones del público al ver esa obra en la apertura. Creo que mucha gente quedó atrapada por "OH, ¿qué hago?" Habí­a temor de acercarse, como, "Tiene hojas de afeitar en las manos". Fue realmente interesante observar.

Daniel J. Martinez:  El cuarto [en donde está instalada la escultura] es una estructura arquitectónica maravillosa y uno no lo nota pero es un cubo dentro de un cubo. La luz es una luz especial. Es una luz de metal coloide que produce un color de luz a la que le están faltando porciones del espectro así­ que el efecto que hace es de luz tan tenue que da la impresión de estar apagada pero como no lo está, parece que no funciona. Produce una sensación de color en el cuarto que simplemente es lo suficientemente extraña, se basa mucho en el arte de la luz y del espacio californiano. La manipulación del espacio y la manipulación del cuarto creen ambientes metafí­sicos que son transformativos.

El miedo y el asombro son una combinación poderosa de usar. Yo podrí­a hacer referencia de la clase de aspectos esculturales de ello en la escultura y el Cyborg como clones, o en réplicas que vienen de Bladerunner. ¿No es interesante regresar a la primera parte de nuestra conversación de, "Es posible crear trabajos de arte que afecten a la gente?" Eso es. Esa es la meta. Y no afectar a la gente sin ningún punto, sino afectar a la gente estratégicamente y a propósito. La cuestión es ser autoreflexivo, para considerar la posición de uno en el mundo basándose en el hecho de haber vivido lo que está siendo producido por los artistas, poetas, escritores e intelectuales. Ese es teóricamente lo que es el trabajo, crear algo poderoso dentro de la cultura.

LatinArt:  En este punto de la conversación me encuentro a mí­ mismo pensando sobre los materiales, y pensando sobre su uso en estos procesos y las connotaciones simbólicas muy fuertes en el uso de los materiales también. También me gusta la ironí­a de utilizar ortopédicos "artificiales" y utilizarlos para hablar sobre cuestiones y conceptos humanos y emocionales.

Daniel J. Martinez:  Para todas las cosas sobre las cuales he estado hablando...yo soy un modernista y un formalista completo. Mire la manera en como esta cosa está construida. Mire estas fotos. Estas se basan todas en proporción, composición y luz. Yo las controlo y manipulo como pinturas. Todas las preguntas alrededor de la materialidad, producción, perfección, imitación, exposición. Todas esas cosas, se ven claramente en mi trabajo. Lo grita y esa es la ironí­a...yo podrí­a hablar sobre la forma todo el dí­a. Solo escojo no hacerlo porque quiero hablar sobre otra cosa. La gente debiera de utilizar la herramienta necesaria para producir el trabajo que necesita producir. Yo soy un minimalista, un formalista. Yo utilizo todas esas cosas. Serí­a un estúpido en no hacerlo. ¿Por qué me negarí­a a mí­ mismo, por qué cualquiera se tendrí­a que negar a sí­ mismo, en la capacidad de articularse dentro de la manera que mejor sirve a ese trabajo de arte en particular? Quiero decir, el punto es ser efectivo en la manera que uno quiera ser efectivo.

Yo crecí­ toda mi vida con un catolicismo forzado hasta por la garganta, tan incrustado ahí­ lo tengo que lo que yo creo es obvio. Estas ultimas imágenes se tratan de religión. Se tratan del cuerpo. Se tratan de clase. Se tratan de todas las cosas de las que me gustarí­a que se traten pero que no lo aparenten o en la superficie. Están codificadas. Están cifradas. Utilizan todas estas cosas sobre las que hemos estado hablando. Y yo siempre sugerirí­a al final, utilizar la belleza por lo que traiga consigo, ya sea el horror en la belleza o la belleza en la belleza, siempre la meta principal es crear belleza, algo realmente, profundamente bello.

LatinArt:  ¿Puede hablarme un poco sobre el espacio de exhibiciones en el centro de Los Angeles llamado Deep River?

Daniel J. Martinez:  Bueno, Deep River se comenzó como un proyecto de cinco años. Comenzó en 1997 y mis dos colaboradores son Glenn Kaino y Tracey Shiffman y lo pagamos de nuestros bolsillos. No obtenemos ninguna garantí­a de dinero. Producimos todo ahí­ porque pensamos que habí­a una necesidad para que existiera un espacio privado que no se viera obstruido por los principios de cómo financiar los trabajos o por tener que pedir permiso para hacer las cosas. Solo hacemos lo que decidimos que es mejor y no tenemos ninguna agenda escondida. Solo estamos interesados en promocionar a los artistas de Los Angeles y en darle oportunidades a la gente de sacar sus trabajos de nuevo, pero comenzó en 1997. La idea fue dos años antes del milenio y dos años después del milenio. En diciembre del 2002 se cerrarí­a. Ya producimos ahí­ 32 exhibiciones hasta ahora y es una zona autónoma provisional. Existe en un mundo en donde hay muchas reglas, y entendemos las reglas, pero tendemos a hacer lo que queremos con nuestras propias reglas. Estamos siendo desalojados a finales de junio y el nuevo dueño quiere que el restaurante de a lado tome nuestro espacio, así­ que nos vemos sujetos a la avaricia de las bienes raí­ces por ahora.

LatinArt:  En el centro de la ciudad...por todo el centro.

Daniel J. Martinez:  Deep River es una de las cosas más destacadas que he hecho hasta el momento en mi vida. Al mismo tiempo Deep River ha sido dolorosamente difí­cil de hacer...es un época diferente y a la gente solo le interesa saber cuándo habrá una exhibición. "¿Puede conseguirme una reseña?" Y además sus deseos son a muy corto plazo, lo cual resulta interesante, eso es lo que la gente quiere, deseos a corto plazo. Les puede ser satisfactorio por el momento pero el juego se juega a largo plazo.

LatinArt:  ¿Tiene usted planes futuros para Deep River? ¿Cuáles son los planes futuros para su trabajo y hay algo en lo que usted esté trabajando sobre lo que nos pudiera contar?

Daniel J. Martinez:  ¿Deep River? Nos transformaremos en publicar antologí­as de escritos crí­ticos. No hicimos ninguna cosa en la Web para Deep River a propósito porque querí­amos existir en este modo analógico desde hace mucho tiempo. Iniciamos un sitio Web a principios de los noventas que se llamó Favela, como las favelas en Brasil. Nos metimos en el internet en el ’91 y en el ’92 cuando era super limpio. Con esta manada de jóvenes piratas informáticos, yo me veo como un hombre viejo a lado de ellos, nos unimos e hicimos Favela por años. Ganamos toda clase de premios y una vez que el internet se volvió comercial, yo dije, "Se acabó". Hicimos nuestro proyecto. Ahora es tiempo de seguir adelante. Veremos qué es lo que pasa en los próximos diez años y volveremos a la Web. Junto con nuestro asunto del libro vamos a lanzar una nueva intervención como un conjunto de arte crí­tico con desobediencia civil electrónica. Voy a continuar trabajando con los Cyborgs y a continuar con las fotos. Las fotos se estarán illustrando enfermedades. Tengo unos amigos con el CDC en Atlanta, el Centro para el Control de Enfermedades, y voy a empezar a cambiar mi cuerpo para que se infecte con los más horribles virus. Ebola y cosas como éstas y darme a mí­ mismo etapas avanzadas de enfermedades.

LatinArt:  ¿Va a seguir usted trabajando con el mismo trabajo de colaboración?

Daniel J. Martinez:  Estoy trabajando con diferentes personas y probablemente seguiré adelante con un nuevo grupo de personas. Ellos siguen cambiando y yo soy como el común denominador, se trata de buscar constantemente gente que tenga destrezas que se agreguen a mis destrezas.

Yo crecí­ en el Situacionismo. Yo crecí­ en el movimiento Punk. Yo crecí­ con Beuys, él es uno de mis artistas favoritos. Los latinoamericanos, Lydia Clark, Hélio, esa clase de cosas. Me encanta lo que Warhol fue capaz de hacer. Warhol, Duhamp y Beuys son figuras importantes enormes para mí­ en términos de tratar de entender cómo ser efectivo dentro de la cultura. De nuevo, si todo lo que ustedes son capaces de hacer es esto, ¿para qué me necesitan? Hay un millón de personas que pueden hacer esto [apuntando hacia un catálogo de museo]. ¿Sabe usted cuántas galerí­as hay en esta ciudad? ¿Sabe usted cuántos artistas están suplicando por hacer esto? ¿Para qué quiero hacer yo aquello? No se trata de hacer exhibiciones, sino de hacer ideas y manifestarlas para que se vuelvan realidad. ¿Puede usted establecer la barra en un lugar y retarse a usted mismo para producir algo que usted no ha producido nunca antes? Independientemente de todas las otras limitaciones que atrapan al mundo del arte, ¿me importa si se vende? No. ¿Me importa si produce dinero? No. ¿Necesito dinero para hacer mis ideas? Sí­ (Se rí­e). ¿Necesito acceso a la tecnologí­a? Sí­. ¿Me interesa si se vende y se hace dinero con ello? De ninguna manera. La parte más aburrida del mundo del arte es la venta del arte. Eso no quiere decir que no lo necesite. Tengo una galerí­a. Una galerí­a privada es maravillosa. Christian Haye y Jenny Liu son fabulosos...fantásticos. De hecho, Christian fue la primera persona que me montó una exhibición en Nueva York desde la Bienal de Whitney en 1993. Le debo a él y a Jenny Liu todo el respeto y crédito del mundo porque no tuvieron miedo, no solo de representarme, sino de darme ese acceso. Tuve otra clase de acceso que ya estaba construyendo por mi lado, pero ellos me dieron otra cosa. Fue brillante de su parte porque no tuvieron miedo y eran tan derechos como toda galerí­a comercial al 100% y eso era inusual.

LatinArt:  ¡Y sus cosas se venden!

Daniel J. Martinez:  Mis cosas se venden. Sí­, a saber por qué... ¿cómo lo hubiera adivinado?




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