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José Luis Cuevas

Retrato del artista by  José Luis        Cuevas






transcripción de la entrevista

Fecha de la entrevista: 01/10/2001
Lugar: Mexico
Tema: Entrevista con José Luis Cuevas
Entrevistador: LatinArt.com/ NakedArt

LatinArt:  ¿Qué le hizo ser artista a una edad tan temprana?

José Luis Cuevas:  Pues lo que me hizo (un artista) fue un talento precoz, definitivamente, el haber tenido una proximidad, digamos, con el arte a través de algunos libros que aparecieron en la casa de mi abuelo. Nosotros viví­amos en la casa de mi abuelo que era una fábrica de papel y lápices. Por un lado, haber visto un libro de Rembrandt que vino a mi hermana y luego fue a mí­. Era yo bastante chico, habré tenido unos 6 ó 7 años más o menos. Pero yo me apoderé rápidamente de ese libro y me puse a estudiar. Y todaví­a me acuerdo de que no vení­a en color el libro este... vení­a en sepia. Y recuerdo la portada, (el libro después desapareció, por supuesto) pero en la portada vení­a un autorretrato de Rembrandt con su esposa Saskia. Rembrandt todaví­a era joven, recién casado, verdad, con Saskia, y entonces ambos estaban con una copa levantada brindando por la vida.

LatinArt:  Aunque usted tuvo diferentes ideas, a menudo se le asocia con ese grupo y con el movimiento Ruptura.

José Luis Cuevas:  Mira, lo de la Nueva Figuración surge de un autor americano que se llama Seldon Rodman que escribio un libro que se llamó "The Insiders" publicado en Estados Unidos en el año 1959 en Nueva York. En aquellos tiempos Seldon Rodman viví­a en un momento donde la moda en el mundo era el abstraccionismo en Estados Unidos y en Europa, y él descubre que hay otros artistas que están trabajando dentro de una figuración, una figuración diferente. Ya no era el expresionismo anterior, el expresionismo abstracto, el expresionismo de los alemanes o el expresionismo incluso de José Clemente. Y entonces él descubre a estos artistas, yo en aquel entonces era muy joven, pero me incluye en el libro "The Insiders" que, por cierto, yo ocupo más espacio que Francis Bacon, que tampoco en aquel momento tení­a la fama que adquirirí­a después. Y Francis Bacon aparece mencionado en las últimas páginas, mencionado más que nada como otro artista neofigurativo que trabajaba en Inglaterra. Y yo como mexicano me dedican un capí­tulo.

LatinArt:  ¿Qué opina de todo eso? ¿Y de su asociación con ese histórico grupo ahora? ¿Qué tipo de relación tuvo con esos artistas?

José Luis Cuevas:  Bueno, con todos ellos de alguna manera me sentí­ identificado. Aparecí­an algunos americanos como Rico Lebrun y otros también de Estados Unidos, y a ellos los conocerí­a después y harí­amos una buena amistad. En aquellos tiempos eran gente muchí­simo mayor que yo, yo era muy joven entonces. Y yo creo que la figura más relevante de los "Insiders," como les llamó Seldon Rodman, fue Francis Bacon que poco después adquirirí­a un enorme prestigio.
Pero fí­jate lo que son las cosas, con el año de 1959, el mismo año en que aparece "The Insiders", yo estaba en Brasil y estaba exponiendo en la bienal de Sao Paulo, y gané el premio internacional de dibujo. En aquel tiempo fue el primer premio importante internacional que recibí­. Y Francis Bacon estaba también exponiendo con cuadros esplendidos en la bienal de Sao Paulo, pero no ganó ningún premio. Lo interesante es que "The Insiders" se publica mientras exponemos los dos en Brasil y yo le llevaba la delantera, puesto que gané el premio.
En aquel tiempo me acuerdo que el gran premio de la bienal lo ganó una escultora inglesa, Bárbara Hepworth. Ganó el premio de escultura de la bienal de San Paulo y yo ganaba el premio de dibujo, y Francis Bacon no ganó nada.

LatinArt:  ¿Qué piensa de su técnica y de la elección de materiales y medios como contribución a entonces y ahora?

José Luis Cuevas:  Bueno yo empleé siempre materiales tradicionales, y de una manera sigo empleándolos con una tecnologí­a moderna que emplean mucho los artistas de ahora, aunque ya se resisten a usar los materiales de todas las épocas. Hace un poco más de dos años se presentó en el Museo José Luis Cuevas la exposición, que por cierto fue la última en la que intervino como directora del Museo José Luis Cuevas mi esposa Berta y que estuvo muy entusiasmada con esa exposición, que se llamó "Homenaje al lápiz". La idea de esta exposición era un simple lápiz, un instrumento modesto que no sólo usan los pintores, sino también los escritores, y en fin todo aquel que emplea el lápiz. Pues la idea de la exposición era de que con un material así­ se podí­a inventar un mundo, y de alguna manera era lo que habí­a yo ya hecho, porque como dije al principio, yo nací­ en Los Alchis, una fábrica de papel y de lápices. O sea que fue mi primer instrumento de trabajo, mi primer instrumento de creación, siendo yo todaví­a un niño.

LatinArt:  ¿Nos puede hablar de sus temas de prostitutas y dementes? ¿Por qué han sido estos temas importantes para usted?

José Luis Cuevas:  Bueno, esos eran mis temas que yo descubrí­a a una edad muy temprana. Cuando yo era entonces un adolescente, empecé a recorrer los barrios bajos de México, y me volví­ una especie de cronista de estos submundos. Efectivamente yo iba a los hospitales y dibujaba en los hospitales. También dibujé cadáveres en los anfiteatros de medicina. Después también visitarí­a a los burdeles, los prostí­bulos, o bien dibujarí­a a las callejeras, a las mujeres que ejercí­an la prostitución en las calles de México, en los barrios bajos. Después también empecé a ir a dibujar al manicomio, al de la ciudad de México. Y ahí­ iba yo a dibujar, pasaba horas y horas dibujando, observando los retardos mentales y en fin, era como si yo me estuviera preparando para un mayor conocimiento de los aspectos terribles de la existencia humana, la enfermedad, la locura, la prostitución, en fin. Y así­ empiezo yo a hacer esos recorridos por esos mundos dantescos cuando yo tení­a 17, 18 años hasta los 20 años más o menos. Era una especie de preparación humaní­stica lo que me lleva a conocer esos temas y empiezo a desarrollarlos en mi obra.
Yo creo que influyó también mucho mis lecturas de aquel tiempo. Yo leí­ mucho Dostoyevsky, todas las obras, como "Crimen y castigo", "Los Hermanos Karamazov", "Humillados y ofendidos", en fin, toda la obra de Dostoyevsky. Tení­a yo una profunda admiración por este escritor ruso, y los aspectos incluso también de su vida, sus enfermedades, sus angustias, del hecho de que haya estado también en prisión por ejemplo, y curiosamente, otros temas que después tratarí­a como la violencia y el crimen que fueron temas ya más posteriores. Escribi yo un libro sobre el crimen que se llamó "Crimen cuevas" que fue dictado en la ciudad de Nueva York, en el año de 1968.

LatinArt:  Sabiendo de su confrontación con la escuela mexicana y el muralismo, ¿cómo volverí­a a evaluar, de ser posible, el movimiento muralista?

José Luis Cuevas:  Bueno, en México, cuando yo surjo en el mundo del arte, la pintura era de contenido polí­tico, era el mundo de Diego Rivera y de los coordinadores de ese movimiento. Entonces yo surjo a través de artí­culos periodí­sticos, a través de un manifiesto que se llamó "La cortina de Nopál" (que incluso se publica también en inglés, como "The Cactus Curtain,", y que se publica en una revista de vanguardia llamada "The Evergreen Review"), desde entonces ahí­ le busco nuevos caminos para el arte mexicano y para el arte nacional. Por eso después, a la generación que pertenezco se le llamarí­a La Generación de la Ruptura, pero la ruptura fui yo. En realidad, lo que pasa es que después, muchos artistas jóvenes, de mi misma generación, se unieron a este movimiento que trajo algo muy importante, un cambio del arte nacional. Yo creo de que ese manifiesto mí­o de la "Cortina del Nopal" incluso influye a los escritores de la época y a los que hací­an diferentes formas de arte. Haria un cambio dentro de la cultura nacional, y podrí­a decir, que me enorgullece saber que yo fui el que procuró ese cambio.
Ahora, me han dicho, cómo es que me atreví­ siendo tan joven a atacar a artistas tan establecidos, y que incluso eran tan violentos, como pudieron haberlo sido Siqueiros y Diego Rivera...que era una actitud un tanto suicida. Bueno, no digo que haya habido cierta garantí­a en mí­, de enfrentar a estos artistas, pero también yo creo que es importante mencionar el hecho de que yo entonces ya tení­a galerí­as que me exponí­an en Los Estados Unidos, en Nueva York y en Washington. Así­ es que si me atacaban en México, por los menos tení­a yo a mi favor, a los crí­ticos de arte de Los Estados Unidos. Porque realmente, desde que yo empiezo a exponer en ciudades como Nueva York, ya se ocupaban de mi revistas importantes como Time Magazine o El New York Times, y después los Newsweek. O sea, estaba yo en la prensa internacional, en la empresa de amplí­sima circulación. Entonces, claro, me podí­a afectar menos, lógicamente, los ataques que aparecí­an en la prensa mexicana.

LatinArt:  Bastantes académicos hablan de la generación de los años 50 a 60 latinoamericana, mientras que a la vez hablan de los que estaba pasando en Estados Unidos, ¿Qué experiencias ha tenido usted?

José Luis Cuevas:  El tema del año 1968 es el tema de la violencia y el crimen. Bueno, yo recuerdo que estaba hospedado en un hotel muy cerca de Washington Square, y en aquel entonces yo estaba tratando justo el tema del crimen y el tema de la violencia, cuando un dí­a me asomé por la ventana y en Washington Square vi a la policí­a montada que llegaba a dispersar a manifestantes. El 68 fue el año de las grandes revoluciones estudiantiles, en mayo se habí­a dado la revolución en Paris, y después en Estados Unidos en Nueva York, y ahora mirando yo por la ventana podí­a ver la violencia que justo era el tema que yo estaba tratando. Después prendiendo la televisión se pudo ver en vivo el asesinato del Robert Kennedy, después el de Martin Luther King, que fue otro crimen de la época, e incluso el intento de crimen, el atentado contra Andy Warhol, el artista del pop, que también en el año 68 fue balaceado por una de sus "superstars", como se les llamaba entonces. Después yo regresarí­a a México, ya habiendo terminado mi trabajo, y se inicia el movimiento estudiantil en México, que termina con el crimen de Tlatelolco.

LatinArt:  ¿En qué está trabajando hoy en dí­a? ¿Cuáles son sus nuevos proyectos?

José Luis Cuevas:  Bueno, últimamente he estado trabajando mucho en esculturas. Yo soy un escultor un tanto tardí­o. Vine a descubrir mi vocación de escultor hace aproximadamente unos quince años, que fue cuando hice mi primera escultura. La primera escultura importante monumental es La Giganta. La realicé en el año de 1991, y que está en el centro del patio del Museo de José Luis Cuevas. Precisamente en estos dí­as debo de inaugurar una escultura en la ciudad de México, que dentro de muy poco ya estará terminada (también se trata de una escultura de gran tamaño) y que va a estar situada en Paseo de la Reforma y Palmas. Es un caballo en bronce enorme. Un caballo que no es como son los caballos, sino como yo imagino que puede ser un caballo.




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