Artistas Temas de Arte Exposiciones Nosotros Busqueda


exposición presente
"¡Es la Economía Política, Estúpido!"


Bookmark and Share







The Anarchist Banker by Jan Peter  Hammer


Bank: Art & Economies by Alicia       Herrero





Bank: Art & Economies by Alicia       Herrero

Center for Cultural Decontamination,
30/09/2013 - 06/10/2013
Belgrade, Serbia

"¡Es la Economía Política, Estúpido!"
por Vladimir Jeric Vlidi

Entonces, ¿qué es lo que vemos que hace la gente en la mayoría de las obras? Aparte de bailar maravillosamente bien, exploran, cuestionan y se tropiezan con cosas, y con frecuencia se organizan en grupos o colectivos, mostrando así una fuerte tendencia a unirse. Esto último parece ser de gran importancia, porque estas personas son las protagonistas de experimentos o de alguna práctica colectiva de auto educación. Buscan respuestas leyendo libros que nadie parece haber leído en mucho tiempo, ejerciendo búsquedas en distintas partes del mundo, o analizando los contextos o intenciones de los medios globales de comunicación. La mayoría busca respuestas por parte de otras personas a través de conversaciones o entrevistas. De vez en cuando parecen concentrarse en algún tema en particular, para después darse cuenta que deberían enfocarse en otra temática, o mejor todavía, intentar buscar alguna manera de abarcarlo todo en su búsqueda de la verdad. Con frecuencia parecen estar perdidos, y el mundo en el que persiguen su misión parece haberse derrumbado ya. La verdad que intentan descubrir y comunicar parece contener un mensaje que nadie quiere escuchar. Y en cierta manera la totalidad constituye una imagen útil y precisa, algo que vale la pena ver.

En cuanto a las formas y formatos de las obras, solo será una repetición del desgastado argumento en torno a lo que constituye el arte y lo que podría ser. Esto es particularmente válido en cuanto a la forma. En este tipo de práctica resulta ser el elemento más importante de observar, puesto que abarca todo. La perspectiva, a estas alturas ya "conservadora" y bien establecida, es que es precisamente en la forma misma -todas las características de una postura social así como los artistas involucrados, donde el zeitgeist de una época y la compleja intersección de las relaciones humanas se pueden encontrar. Red Planets: Marxism and Science Fiction (Planetas rojos: marxismo y ciencia ficción)(6), una recopilación de ensayos editada por Mark Bould y China Mieville publicada en el año 2009, presenta un análisis bastante interesante del tema. Su expedición al futuro constituye un intento por encontrar la respuesta a una pregunta importante, que en realidad son dos: si la noción del arte tal y como se entiende en la actualidad es producto y proyecto de una sociedad burguesa capitalista, ¿será posible siquiera que algo como el "arte" pueda existir en una sociedad post-capitalista, y de ser el caso, cómo reconoceremos ejemplos adecuados y genuino? ¿Cómo se puede concebir y describir al arte que existirá en una sociedad futura post-capitalista? ¿Qué tan precisamente –si es que es posible—se puede describir en obras de ciencia ficción, es decir, en la literatura utópica y en otros medios actuales y anteriores?

Es aquí donde las cosas se vuelven un tanto peliagudas y confusas, donde distintas teorías chocan entre sí y con lo que podemos imaginar que ocurra, lo que creemos que pueda ser factible. En el texto de su autoría que acompaña la publicación en torno a la exposición, "Art After Capitalism (El arte después del capitalismo), Brian Holmes, consciente de las posibles dificultades de entender un tema al dejar a un lado la exploración de la forma, contempla la eventual práctica artística en una sociedad post-capitalista como una práctica más colectiva y más enfocada a lo corporal, lo biológico que antes. Sin embargo, Holmes termina riéndose del intento mismo, y todos podemos estar de acuerdo en el final, que "reírse en voz alta te puede hacer bien". Bailar también te hace bien –de allí que algunas de las obras destacan por su capacidad de enganchar, no perseguir, de explicar más no predicar. Esto resulta todavía más cierto si dichas actividades se entienden propiamente tanto como arte y como activismo, que sean comentario y expresión a la vez, así como declaración política significativa -- en esta exposición la mayoría se presentan de manera performativa.

Observar Espiral – A dance of Death in 8 Scenes (Espiral – Danza de Muerte en 8 Escenas) de Ira Rosenberger ofrece tanto una experiencia espiritual como un análisis bastante informativo en torno al desarrollo contemporáneo del capital; también delinea uno de los enfoques más elaborados en la mezcla de expresión artística y documental. Aparte de plantear la problemática particular y documentar la acción de protesta, flo6x8 y Bankia, de la serie Cuatro Trileros, presentan un elemento poco común en estos tiempos cínicos y sombríos: un breve consuelo y la sensación de derrotar a la derrota: es decir que proporcionan el incentivo y la confianza para actuar, por contemplativas que resulten nuestras acciones posteriores.

La naturaleza documental de las obras de arte, o del activismo, es importante, pero un determinado evento histórico solo puede ser reinterpretado o incluso hasta "danzado" con el fin de ser recreado en cierto momento contemporáneo. Ninguna reproducción al pie de la letra podrá cumplir jamás con el propósito de comprender el principio de la traducción en la forma que Walter Benjamin delineó.(8) Por lo tanto, si existe pista alguna en esta épica novela detectivesca para intentar descubrir cómo será el "arte" en la Utopía, parece que apuntará a algún tipo de performatividad y su aspecto colectivo no se distinguirá del término y la forma en sí. Pero muchos de los involucrados en la producción de esta exposición ni siquiera pretenden ser exclusivamente artistas, ni lo que producen es una forma de arte. Paolo Cirio, en su pieza Loophole 4 All, plantea la posición siempre cambiante de la identidad propia de manera muy contundente, al declarar que se considera tanto artista como hacker, activista y a final reportero investigador.

De hecho los formatos de noticiero y de documental sí juegan un papel muy importante en la mayoría de las obras, si no es que en todas. Aún cuando no hagan referencia directa al lenguaje visual y verbal de los noticieros, debates y documentales televisivos –lo cual suele ser el caso—gran parte de las obras se basan en la estructura documental, incluso aquellos que siguen un camino aparentemente distinto, – los vanguardismos históricos Brechtianos, o la visión de Godard en torno a la política del cine, por ejemplo. Se conserva la técnica de recurrir a las "cabezas parlantes" --aunque la cabeza ya no sea la de un humano sino la de un oso o un lobo—y esta forma de comunicación es importante. La herramienta del discurso directo, que se utiliza y abusa para moldear a los humanos y hacernos lo que somos, la de dirigirse a uno en persona en particular con una declaración, una opinión, o una exigencia pero también la que verifica la existencia de uno, sigue siendo el medio más poderoso de transmitir cualquier mensaje. Hasta los mismos dioses griegos tenían que expresar sus deseos en voz alta, por lo general de manera bastante dramática y espectacular, con el fin de llamar nuestra atención, y eso no ha cambiado desde aquel entonces.



2 de 3 páginas     página anterior     siguiente página

volver a exposiciones