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La era de la discrepancia. Arte y cultura visual en México 1968-1997


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Garbage Walk  by Felipe        Ehrenberg


Fábulas pánicas de Alexandro [sic] Jodorowsky 101 by Alejandro       Jodorowsky





Untitled [Eje Central Lázaro Cárdenas, México, D. F.]  by Andrés       Garay


Panoramic view of the show by        The age of discrepancy


Panoramic view of the show by        The age of discrepancy





Panoramic view of the show by        The age of discrepancy

Museo Universitario de Ciencias y Arte, MUCA Campus,
17/03/2007 - 30/09/2007
Ciudad de Mexico, Mexico

Haceres en disenso. Sobre la Era de la Discrepancia: Arte y cultura visual en México 1968-1997
por Gabriela A. Piñero

Surgidas de la especificidad mexicana, estas denuncias se tornan significativas para un contexto más amplio. Los diálogos y referencias que las obras reclaman hacen estallar los límites territoriales y espaciales propuestos. México 1968-1997 no funciona más que como simple principio aproximativo, mero dato contextual.
La labor de los Grupos evoca el accionar de distintas subjetividades que por aquellos años también eligieron en diversos lugares de Latinoamérica el trabajo grupal y el ámbito público como escenario de acción. En el intento de abrir un espacio a través del cual elaborar y reformular significaciones colectivamente, Poema urbano (1980) de Grupo Marco, dejó ver una sociedad marcada por la represión. Contemporáneamente, en otras localidades de Latinoamérica fue esta situación de violencia extrema la que determinó la decisión de intervenir en el espacio urbano: las acciones del Colectivo de Acciones de Arte (CADA) en Chile entre 1979 y 1985 fueron un intento de denunciar las condiciones de existencia imperantes durante la dictadura de Pinochet; Tiradentes - Tótem- monumento al preso político (1970) del brasilero Cildo Meireles, también recurrió al espacio público para expresar la violencia del régimen militar que desde 1964 dominaba aquél país; de manera análoga, la acción colectiva Siluetazo realizada en ocasión de la Tercera Marcha por la Resistencia (1983) en Argentina, buscaba denunciar el régimen totalitario que desde 1976 dominaba el país, a la vez que visualizar las desapariciones forzadas que por aquella época ya alcanzaban el número de treinta mil.

Estos desbordes espaciales también pueden rastrearse en términos temporales: el accionar de los Grupos constituye una referencia inevitable para muchos productores actuales; la labor conjunta entre generaciones de hoy y de ayer abre nuevas perspectivas a un hacer que busca incidir en el propio presente.(10) A partir de un encuentro de arte y política realizado en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda de la ciudad de México, los integrantes de H.I.J.O.S. México (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) entraron en contacto con el Grupo Suma. De ese primer encuentro nació un diálogo acerca de las actividades y experiencias desarrolladas por cada una de estas agrupaciones e incluso el proyecto, aún no concretado, de realizar actividades conjuntas. El Grupo Suma exige, así, una aproximación que más que como un pasado a ser evocado, lo aborde como una práctica que se quiere actual, a la vez que introduce ciertos cuestionamientos en la práctica curatorial: ¿Cómo eludir una representación que clausura lo aún vigente? ¿Cómo hacer presente lo que está más allá de las salas de exposición?

Cronos versus Kairos. Algunos autores que trabajan a partir de las reflexiones de Benjamin caracterizan las diversas temporalidades a las cuales él se aproxima recurriendo a las figuras de Cronos óen tanto representante de un tiempo objetivo y mensurable, y de una larga duraciónó y de Kairos ócomo la personificación de la oportunidad, del momento correcto para la acciónó.(9) Interpeladas por la mirada y la memoria, las diversas obras exceden sus coordenadas enunciativas e irrumpen en un presente que las interroga desde su funcionar. La pregunta abierta no refiere sólo a qué pasado quieren actualizar estas prácticas sino, asimismo, cómo se opera dicha recuperación, a partir de qué estrategias estas obras aspiran a recobrar el pasado al cual aluden. Pentágono (1977) de Proceso Pentágono plantea una idea de "pasado" que, lejos de concebirse como "dato objetivo", se encuentra en permanente reformulación en función del presente de quien lo convoca. En ocasión de la reconstrucción de esta obra para la exhibición, sus productores no dudaron en ampliar las alusiones contenidas en ella a partir de la introducción de referencias a acontecimientos posteriores, por ejemplo el panel que refiere al derribo de la estatua de Saddam Hussein en Bagdad en el año 2003. El acercamiento que esta obra plantea al tema de la tortura, enfatiza la multiplicidad de memorias a que estas imágenes remiten.

Pertenecientes a un período de producción cultural en el cual muchas categorías y marcos de pertenencia empezaron a ser cuestionados, el acercamiento propuesto a las obras introduce la duda acerca de los modos en que se ha construido la historiografía local. El desborde de categorías parece ser la norma. Muchas son retomadas sólo para evidenciar su inoperancia. Si lo nacional, así como su recorte temporal, aparece dislocado, lo mismo sucede con categorías como "lo geométrico". Un acercamiento a esta categoría, así como su "desarme", revela los intereses puestos en su "invención", así como los proyectos y experimentaciones aplastados en la voluntad de erigir una "similitud de estilo" como único principio explicativo.



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