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Bienal de California, 2006


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Untitled, Parking Lot (Landing Strip) by Chris        Ballantyne
Christopher Ballantyne

Untitled (Labyrinth) by Chris        Ballantyne
Christopher Ballantyne

Wasabi Sunrise (detail) by Jane        Callister
Jane Callister

The Arrangement of Salts and Metals by Property by Leslie        Shows
Leslie Shows

Paisaje 01-04 by Sergio        de la Torre
Sergio de la Torre

Untitled by Arturo       Romo
Arturo Romo




Untitled by Arturo       Romo

Orange County Museum of Art,
01/10/2006 - 31/12/2006
Newport Beach, Ca, USA

Bienal de California, 2006
por Jennifer Wulffson

Otros talentos que sobresalen en la exhibición incluyen a tres pintores, Christopher Ballantyne, Jane Callister, y Leslie Shows, cuyas trabajos presentados consisten en paisajes despoblados (o desalojados). Una pintura mural envolviendo dos esquinas representa fogatas diminutas sobre la playa y el obligatorio público fiestero; el humo se junta hasta formar una gran nube y sopla a la derecha, hacia la instalación de sus cinco paneles relativamente pequeños. Ballantyne examina, en pinturas tales como Untitled, Labyrinth [Sin título, Laberinto] (2005) y Untitled, Additions [Sin titulo, Adiciones] (2004), la psicología de los espacios vacíos y al mismo tiempo constreñidos, en particular aquellos construidos por las personas, así como la psicología de la perspectiva.

Las pinturas de Callister muestran colores antinaturales, potencialmente tóxicos, ante todo fucsia y un verde ácido enfermizo. Con la impresión de una línea de horizonte y forma orgánica (y títulos como Wasabi Sunset [Atardecer Wasabi]), se leen como paisajes o vistas playeras. Pero, ¿se trata de un paisaje del planeta Tierra –quizá en el futuroóo de un planeta completamente diferente? El empuje y la atracción de las imágenes de Callister se deben en gran parte a su talento para el acrílico: espirales que asemejan tentáculos de pintura rechinante parecen crecer en dirección de un sol invisible, mientras que en otros lugares los colores se arremolinan y modulan como un derrame de aceite technicolor.

Los paisajes pinturas/collages de Shows alcanzan a capturar la coloración/decoloración, belleza/espanto y estabilidad/inestabilidad del paisaje moderno del oeste. La combinación de rejillas y remolinos en The Arrangement of Salts and Metals by Property [La Disposición de Sales y Metales según su Propiedad] (2005), es una descripción perfecta de un paisaje arrasado que apenas sobrevive: un cielo turbulento cambia de negro a gris, a blanco, a morado viscoso y domina sobre montañas de arcoiris y sobre una insidiosa forma negra en el centro de la composición, el final de una estructura semejante a un sendero ampliado. Shows, quien creció en un pueblo minero en Alaska, realiza un uso eficaz de la pintura y los materiales, desplegando una sutil pero impactante paleta y papeles que evocan a la ciencia y al trabajo, tal como en las hojas cuadriculadas y las lijas. En Brine Pipes (2005), un cielo más amenazador y fracturado se extiende sobre una escena que recuerda la construcción y expansión descontrolada de infraestructura residencial, con sus figuras recortadas de tubería y de papel cuadriculado. Este despliegue simétrico de dentada superficie se refiere a cómo el paisaje natural está siendo devorado por la desafortunada incidencia de semejantes proyectos.

La serie Paisajes (2000-2005), de Sergio De La Torre, de severas imágenes en blanco y negro de grandes fábricas de propiedad extranjera cerca de Tijuana, también retoma el tema del atropello de un paisaje vulnerable pero con un significado político más específico. Lo que hace a estas fotografías más efectivas, desde el punto de vista crítico, es que usan modos estéticos de composición occidentales (recordemos las fotos de Edward Weston de nubes y dunas, o las fotos de Walker Evans de puentes y rascacielos) para activar su conflictivo mensaje sobre la belleza y las ruinas. El proyecto relacionado, Maquilapolis (2005), realizado en colaboración con la directora de documentales Vicky Funari y el colectivo defensor Grupo X, adopta el tema de las aldeas improvisadas de trabajadores que rodean a estas fábricas. Hay también ironía en este proyecto, por el hecho de que las imágenes dependen de un tipo de video-cámara asequible y portátil que se manufactura en algunas de estas fábricas. Aunque más explícita y abiertamente política, Maquilapolis finalmente parece menos interesante; funciona en compañía de Paisajes, pero en sí misma no se podría sostener como sí podría esta última.

La ira que descubrimos en algunos aspectos de la instalación de Arturo Ernesto Romo, Floating Building Calls for a Union of Blood and Stucco: Notes Taken on Site Suggest: Shiver, Shake, Drop and Disappear [Edificio Flotante Llama a una Unión de Sangre y Estuco: Las Notas Tomadas en el Sitio Sugieren: Tiembla, Estremece, Cae y Desaparece] (2006), también toma como blanco a la arquitectura parasitaria, específicamente a la vivienda, insensible al paisaje natural. En un póster para llevarse, del ficticio Botánica Poder del Mestizo (‘cosas efímerasí tomadas de uno de los muchos alter egos de Romo), una promoción exagerada aunque sincera de la magia del mundo natural, en particular de sus capacidades curativas, llega a caer en un lenguaje agresivo: "Toma por ejemplo el hecho de que tu casa disolvió e incineró 30 formas distintas de vida en su construcción o que tu museo sea de hecho el brazo izquierdo del cuerpo cuyo brazo derecho se dedica a asesinar despiadadamente todo tipo de seres vivientes". (3) Esta es la voz de alguien que tiene un punto válido que esgrimir pero que lo pierde en una fantasía de recompensa y recriminaciones, el tipo de voz relacionada con lo que quizá sea para todos la peor pesadilla política (o personal), cualquiera que sea el debate. Aunque Romo hace hincapié sobre la benevolencia de sus afiches "falsos", éstos pueden llegar a generar una mezcla de sorpresa, confusión e incluso enojo. (4) A fin de cuentas no se puede negociar o discutir con un volante impreso en papel verde. Pero si uno con tenacidad y deseo busca comprender su proyecto como algo más que un ejercicio absurdo y nihilista, no faltan las recompensas. Esto para contrastar con otras instalaciones de medios mixtos realizadas por diferentes artistas, que resultaron impenetrables por su lenguaje excesivamente personal y su estética descuidada.



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