José Alberto Hernandez (Costa Rica)
Auto-opsis / 7:00
Escatológica y a la vez vouyerista incursión en los recintos de una morgue, que describe con casi absoluta frialdad y un diseño visual intencionalmente difuso pero sugestivo, la insignificante y fría desintegración humana en el momento de la autopsia. Esta obra ganó el Segundo Premio del Concurso Centroamericano de Videocreación "Inquieta Imagen" (Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, Costa Rica, 2002).
Lucía Madriz (Costa Rica)
Dime cuando sonreír / 1:30
Un autorretrato que ironiza y desconstruye, a través de una ridícula pose fotográfica quinceañera, la habitual iconicidad asociada a los cánones de belleza femenina (de maquilla jes, afeites, cremas y caras sonrientes) a la que casi siempre se ve compulsada la mujer en sus comportamientos personales y sociales, en el contexto machista de nuestras sociedades estereotipadas y sexistas.
Priscilla Monge (Costa Rica)
Lección de maquillaje / 2:30
Una contundente y efectiva alusión, en el ambiente kitsch de un salón de belleza, a la violencia contra la mujer, expuesta a través de la ambigua significación del maquillaje como equívoco y difuso elemento de embellecimiento y/o encubrimiento físico.
Hugo Ochoa (Honduras-Costa Rica)
Cuentos de cegueras y honduras / 8:00
Densa y metafísica animación dentro de la cual -en un ambiente casi irreal y minimal, aunque saturado de tonalidades amarillas- confluyen en promiscuas y escandalosas relacione, iconos religiosos multiculturales (Cristo y Buda) junto a famosos animados de la massmediatización disneylandiana.
Alejandro Ramírez (Costa Rica)
Canción de cuna / 2 min
Una patética y corrosiva inmersión -en plena madrugada y con el fondo musical de una canción de cuna de Brahms- por las zonas marginales de la ciudad de San José, donde duermen cobijados por diminutas cajas de cartón o papel periódico montones de indigentes, quienes, desde su precariedad degradante y extrema, de cierto modo cuestionan el mito de una Costa Rica igualitaria y plena de oportunidades, suerte de paraíso latinoamericano o Suiza centroamericana, como aun la llaman algunos.
Joaquín Rodriguez (México-Costa Rica)
Agua, Viento, Piedra / 3:00
Fragmentando en un tríptico de imágenes verticales y paralelas la pantalla, y tomando como referencia argumental un poema de Octavio Paz que se desplaza de lo natural a lo metafísico, "Agua, Viento, Piedra" establece un interesante contrapunto entre la posibilidad o búsqueda de la experiencia poemática individual, de confluencia casi mítica con la naturaleza, de remansos interiores y paz espiritual, versus el bombardeo, la manipulación y la saturación massmediatica a la que constantemente nos vemos sometido en nuestras virtuales sociedades contemporáneas. Esta obra obtuvo el Tercer Premio en el Concurso Centroamericano de Videocreación "Inquieta Imagen" (Costa Rica, 2002).
Alvaro Sánchez (Guatemala)
Dolls / 5:30
A partir de una puesta escena que rememora y de algún modo rinde homenaje a la comedia y el melodrama silente de situaciones jocosas, esta lúdica y ocurrente animación -cuyos personajes principales son los infantiles iconos mediatizados de belleza occidental propagados por Barbie y Cia. - en medio de un terrible aunque gracioso conflicto de infidelidades, adulterios y amistades traicionadas, terminan en una salvaje y nada civilizada tragedia de desesperación, sangre y muerte.
Patricia Villalobos (Nicaragua-Estados Unidos)
Cortocircuito / 9:20
Conjugando la imagen de su propio cuerpo y rostro con una voz de fuerte carga emotiva y poética en claves de autorreferencia existencial, Patricia Villlalobos nos hace partícipes de los fragmentos atomizados que componen su identidad, esencialmente híbrida y escindida, y de su corporalidad y mente como lugar de impresión y memoria de esos fragmentos.
Rodolfo Walsh (El Salvador-Guatemala)
Mi vida loca / 9:00
Una cruda referencia, en clave narrativa de supuesto documental, al violento fenómeno de las pandillas juveniles de adolescentes y hasta de niños en Centroamérica, conocidos habitualmente como maras. Todo ello, expuesto ánicamente a partir de la concentrada fuerza dramática de un descarnado y sincero testimonio, donde se mezclan lo patético y la sinceridad más escandalosa, junto al evidente deseo de exorcizar esa espiral infinita de irracionalidad a la que se ven sometidos estos jóvenes, compulsados a juntarse, delinquir y enajenarse en tales cofradías secretas, que casi siempre surgen por las condiciones de marginalidad y desigualdad extrema a la que se ven sometidos estos jóvenes desde que nacen en nuestras excluyentes y desiguales sociedades.
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