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Prácticas Curatoriales
Reportaje de la 49va Bienal de Venecia, Italia
Cassandra Coblentz




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Gustavo Artigas, Mexico


Luis González Palma, Guatemala


Ernest Neto, Brazil


Priscilla Monge, Costa Rica

Siempre existe cierta mística asociada a la Bienal de Venecia, el evento artístico internacional que atrae a miles de personas de la élite artística mundial que viajan a Venecia con entusiasmo y anticipación encubiertos. Este año, artistas, críticos, coleccionistas y conservadores parecían decepcionados. Parece ser que, en comparación a bienales anteriores, el comentario general en los canales era que esta edición, durante su semana de inauguración, no impresionaba a nadie. La bienal está abierta al público del 10 de junio al 4 de noviembre de 2001.

Quizás la mayor decepción fueron los esfuerzos de conservación del altamente respetado conservador, Harold Szeemann, responsable de la 49"¿ Exposición de Arte Internacional, alojada en el Pabellón Italiano de la Bienal en el Gardini y en el Arsenal, los cuales forman parte de la antigua zona militar de la ciudad. La exposición de Szeemann gira en torno a lo que él considera como Plataforma de la Humanidad. La vaguedad de este concepto dio lugar a una muestra que parecía una mezcolanza al azar de muchos de los artistas más importantes del momento, cayendo en tremendas generalizaciones y negando cualquier tipo de diálogo crítico entre las obras.

Por lo tanto, no es ninguna sorpresa la selección de artistas latinoamericanos incluidos en esta exposición. Con esto no queremos decir que no hubiera proyectos de calidad; de hecho, la falta de un hilo discursivo real permitió que ciertos artistas resaltaran por sí mismos con sus interesantes instalaciones. En el segmento de la exposición de Szeemann llevada a cabo en el Arsenal, había dos salas dedicadas a los proyectos de Gustavo Artigas (n. 1970 en Ciudad de México, donde reside y trabaja) para la inSITE 2000 de San Diego, California. Szeemann incluyó un video de los partidos de baloncesto y fútbol que el artista montó, simultáneamente, en una cancha de baloncesto entre equipos de Tijuana y de San Diego. También se presentó documentación fotográfica en una cancha de balonmano que el artista ha erigido en la frontera entre México y los Estados Unidos. Aunque la obra de Artigas era más interesante en el contexto original del inSITE, éste es un trabajo conceptualmente astuto porque se simula la complejidad de la dinámica de poder en la región fronteriza. Otro trabajo digno de mención es la documentación videográfica del proyecto de Santiago Sierra (n. 1966 en Madrid; reside y trabaja en la Ciudad de México). En dicho proyecto pagó a 200 personas no europeas que residen en Europa para que se pintaran el pelo de rubio. Uno de los trabajos más provocativos presentado en el Arsenal fue el del artista guatemalteco Luís Gonzales Palma (n. 1957 en Ciudad de Guatemala, donde reside y trabaja). Expuso fotografías combinadas con tejidos y bordados que refleja una intensidad contemplativa poéticamente conmovedora. Una obra poética en otro estilo es la instalación del artista brasileño Ernesto Neto (n. 1964 en Río de Janeiro, donde reside y trabaja), en la cual cuelgan del techo grandes sacos de gasa blanca que contienen especias de vivos colores marrones y amarillos. El efecto combinado de los bellos colores filtrándose suavemente por la gasa, junto con el fragante aroma de las especias, dirige la vivencia sensorial del arte al crear simultáneamente una experiencia calmante y placentera a nivel del olfato, la vista y el tacto. Quizás entre las obras más imponentes de un artista latinoamericano resalte la del venezolano Javier Téllez (n. 1969, Venezuela; reside y trabaja en Nueva York). Su instalación consiste en máquinas lanza pelotas de tenis que arrojan continuamente sus brillantes pelotas contra cuatro paredes, en las cuales se proyectan imágenes de enfermos mentales junto a imágenes de niños jugando con trompos. Lidiar con la dificultad de ver las imágenes proyectadas y soportar el ruido de las pelotas golpeando contra la estructura de madera genera una sensación de frustración y ansiedad, evocada tanto a nivel mental como físico.

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