El criterio de la muestra se basó en una elección estratégica de artistas, quienes debían presentar proyectos de temática libre. Dentro del principio de la heterogeneidad y transgresión de los medios tradicionales, el salón agrupa discursos individuales que se articulan como "dispositivos de relaciones". Según Suazo, el objetivo era enlazar estrategias de representación simbólica que reflejaran el proceso de la construcción de la obra de arte dentro un universo más amplio de valores y modos de percepción. Enmarcada en el acto de subvertir y reelaborar las referencias y códigos previos, y según la disposición curatorial de Suazo, la exposición plantea cuatro módulos temáticos: la crítica de las representaciones institucionales, mediáticas y de identidad, así como la reflexión sobre la memoria como recodificación simbólica del tiempo pasado.

A partir de una mirada al VI Salón Cantv como una exhibición que agrupa algunas de las propuestas de los nuevos artistas contemporáneos venezolanos, surgen preguntas acerca de la diversidad como característica del discurso plástico. El artista, inmerso en el signo de la globalización como lugar donde se configuran nuevos paisajes culturales, hace de su territorio estético un espacio plural, un proceso en tránsito geográfico y personal, donde elabora una representación subjetiva de su contexto simbólico.

Subversión Simbólica:
Dentro del VI Salón Cantv, las propuestas que someten a revisión los criterios de autoridad de las instituciones artísticas lo hacen a través de la exploración de los modos de vida urbanos y del cuestionamiento sobre el tratamiento que se le asignan a estos códigos en el espacio museográfico. Entre algunos de los artistas que integran este núcleo se encuentran Juan Carlos Rodríguez con Fia Caracas. Tres miradas sobre la profilaxis en el campo de la cura (2003) (1), una video-instalación que, a través del simulacro del discurso del museo, elabora, según el curador e investigador Félix Suazo, una especie de "autocuraduría" del trabajo que sostuvo el artista en las zonas populares de Caracas. En el mismo apartado temático se ubican también Juan José Olavarría con Invitación (2003) (2) y David Palacios con la instalación Zona de distensión (archivo- mural) Edición Fia 2003 (3). Los tres artistas mencionados se han desempeñado, entre otros proyectos, como miembros del Grupo Provisional, un colectivo que desde 1997 desarrolla experiencias de creación en comunidades populares, en relación con otras estructuras institucionales.

En lo referente a la crítica de cultura mediática, se ubica la obra CLEAR and PRESENT DANGER (2002) (4), video-instalación de Juan Nascimento y Daniela Lovera, quienes editaron partes de una copia en video (disponible en tiendas o en el contexto de la economía informal) de la película Claro e inminente peligro e intervinieron los subtítulos, cambiando el sentido de los parlamentos. Mauricio Lupini, artista venezolano residenciado en Italia, participó en calidad de invitado especial (al igual que José Luis López Reus, Alfredo Ramírez y Pablo Rivera) con dos fotografías de la serie Habitat (1998-1999) (5), la cual, continuando la reflexión sobre la reconstrucción artificial de la realidad, muestra paisajes indeterminados que, según el análisis curatorial, parodian la dislocación del arte abstracto y el lenguaje museográfico.