Si bien es probable que México D.F. albergue un mayor número de espacios dedicados al arte dirigidos por artistas y/o independientes que aquellos que se enumeran más arriba, estos cuatro brindan una orientación útil acerca de los llamados espacios artísticos "emergentes". Cada uno de los cuatro cuestiona la legitimidad del entorno de exposición y la naturaleza misma de la producción artística. De hecho, la mayoría de estos espacios presenta exposiciones que reciben reconocimiento internacional, en muchos casos como punto de partida para artistas locales con carreras emergentes. Han promovido y estimulado el desarrollo de obras de arte que en la actualidad despiertan el interés de muchos museos y galerías comerciales, consolidando así una credibilidad que resulta irrefutable frente a la autoridad de las "instituciones oficiales". Irónicamente, el establishment artístico y el mundo del comercio son inherentes a sus primeras exploraciones, que denotan una cierta ingenuidad y una actitud punk-rockera de la que muchos hacían alarde a principios de la década de 1990. Si bien en muchos casos su financiación inicial dependía o depende en gran medida de ganancias obtenidas mediante la venta de cerveza y de los ahorros personales de sus fundadores, resulta innegable que instituciones de trayectoria y solvencia jugarán un papel significativo en su futuro desarrollo financiero. Dichas instituciones han brindado su apoyo a los diversos productos e intercambios artístico-culturales que estos espacios han anhelado y abordado sostenidamente. Por más extraño que parezca, Sábados en Chyg's (restaurante de estilo fonda), Programa Art Center (antes, bodega Sumesa) y La Panadería (antiguo establecimiento panadero judío en la zona de La Condesa) comparten una estrecha relación con la industria de servicios gastronómicos. La esencia de sus universos arquitectónicos puede vincularse con la producción y comercialización de alimentos, en tanto La Torre de los Vientos constituye un caso aislado en tal sentido. Se plantea así un interesante diálogo acerca del modo en que se perciben las obras, especialmente los casos "in-situ" y la atención se dirige hacia la investigación del artista respecto de las sutilezas de la historia particular de cada espacio.